Puede que muchos se sorprendan con este dato, pero lo cierto es que más del 90% de las tiendas online fracasan en su primer año de vida. Las razones son varias, desde un mal planteamiento inicial de la idea de negocio hasta fallos en la promoción del sitio web. ¿Qué es lo que hace falta para que nuestro comercio electrónico triunfe?
Responder a esta cuestión no es algo sencillo, pero sí debemos tener una cosa muy clara: nuestra tienda online no tendrá éxito si no es capaz de venderse a sí misma. Cuanto más atractivo, único y diferente sea nuestro ecommerce, más posibilidades tendrá de triunfar.
El comercio electrónico es un sector que cae fácilmente en la imitación. Tendemos a copiar los modelos de éxito de otras tiendas online, en lugar diferenciarnos de nuestros competidores. Una forma de marcar las distancias y aportar valor añadido a los usuarios es a través de un blog.
Las tiendas online que disponen de un blog de calidad atraen más tráfico y generan más conversiones que aquellos que no disponen de esta herramienta. La razón es que el contenido ayuda a los usuarios a resolver dudas y a facilitar el proceso de compra. Los descuentos y las promociones también sirven, sí, pero solo mientras éstas duran. Un blog, en cambio, es sinónimo de fidelización.
Atraer público a nuestro site mediante contenido interesante nos permitirá centrarnos en un público objetivo para conseguir tráfico de calidad. Es una forma muy buena de promocionar nuestros productos de forma indirecta, aportando un valor añadido a nuestro catálogo y fortaleciendo nuestra marca. Aunque el visitante no compre, se llevará una buena impresión de nuestra tienda online.
Aunque ya hay muchas tiendas online con blog incorporado, únicamente suelen limitarse a hacer promoción de los descuentos puntuales más importantes. Ese no es el camino. El contenido debe atraer a un visitante determinado, a un perfil de comprador específico. Por ello, el blog debe adaptarse a la persona, no al producto.
Cuando tengamos definido quién será ese posible comprador, el receptor de nuestro producto, entonces -y solo entonces- podremos elaborar una estrategia de contenido que atraiga su atención. Lanzar posts a lo loco no sirve de nada. Si queremos rentabilizar el blog, debemos partir del conocimiento de nuestro buyer persona (cliente).
La estrategia de contenido para nuestro blog ecommerce debe basarse en la confianza. Nuestro sitio web ha de convertirse en un lugar de referencia para el usuario. Puede que en la primera visita no cerremos la venta, pero si el post es interesante, nuestra marca saldrá reforzada. Y el visitante volverá.
Hay contenidos que funcionan especialmente bien por su atractivo visual o su utilidad directa: tutoriales de vídeo, imágenes acompañadas de texto con un diseño llamativo, artículos por campañas específicas (Navidad o rebajas, por ejemplo), demostración de cómo se hace una determinada tarea… Lo ideal es tener el contenido programado y fijado en un calendario, para conseguir constancia y ganar repercusión poco a poco. Los contenidos útiles se comparten, así nuestra marca llegará más lejos.
Si mantenemos una línea informativa, podemos permitirnos el insertar posts más comerciales en fechas específicas. Así nuestro blog no perderá valor. Tampoco debemos descuidar en la planificación aspectos como las llamadas a la acción o las palabras clave por artículo.
Que nuestra tienda online sobreviva al fatídico primer año depende de nosotros. Un blog puede ser una herramienta muy buena para aportar un valor añadido a ese posible cliente que queremos atraer. Los pasos que se han de seguir son muy sencillos: cliente, estrategia, contenido, confianza, compra. En Internet nos lo pensamos dos veces antes de realizar esta última acción, por ello es necesario contar con alguna herramienta que marque la diferencia y nos ayude a despejar dudas… y eso podemos hacerlo a través del contenido.
Foto: Chris Potter