No es extraño que niños cada vez más pequeños jueguen con los smartphones de sus padres, pero ¿es posible que estos dispositivos inteligentes lleguen a convertirse en un juguete más?

No es extraño que niños cada vez más pequeños jueguen con los smartphones de sus padres, pero ¿es posible que estos dispositivos inteligentes lleguen a convertirse en un juguete más?