¿Por qué es tan difícil montar una empresa en España?

Desde hace años, emprendedores, pymes y asociaciones del sector lo denuncian: en España, cuyo tejido empresarial se compone sobre todo de pymes, es complicado y farragoso montar un negocio y más si lo comparamos con otros países. Dos empresarios nos hablan de ello.

Singapur era un país pobre en los años sesenta, hoy, es una de las economías asiáticas más pujantes. En el milagro económico ha tenido que ver una forma concreta de apoyar a las empresas: tres días para montar una empresa, ninguna traba administrativa, todo facilidades, exenciones para empresas de nueva creación (que pueden ir del 50% al 100%), un impuesto de sociedades del 18%, etc.

Si viviésemos en la época de la Ruta de la Seda, sería muy difícil enterarse de por qué a algunos países le sienta bien un modelo económico en concreto. Sin embargo, en la era de Internet basta ver cuál es la legislación en cuanto a los negocios de otras latitudes para poder “inspirarse” en las que mejor funcionan. Así, sería relativamente fácil que los encargados de hacer las leyes que afectan a los emprendedores y a las empresas en España mirasen a Singapur, o a Estados Unidos, donde también es muy fácil y baratísimo montar un negocio, o a Reino Unido…

Y, sin embargo, España es uno de los países donde más difícil es montar una empresa: burocracia, nulas ayudas, nula financiación, trabas y no digamos ya las diferencias por autonomías… El informe de 2015 del Banco Mundial, Doing Business, que revelaba cuáles eran los mejores países para emprender, situaba a España en la posición 33 del ranking mundial, por detrás de Mauritania o Polonia. Eso sí, las ciudades se llenan de marquesinas con el lema “Emprende”.

¿Por qué es tan difícil en España montar un negocio? “El proceso sigue siendo complicado, aunque ha mejorado. En Reino Unido abres una empresa online, casi sin poner dinero, y con unos abogados que te llevan la contabilidad por 200 libras al año”, explica el emprendedor Ramón Blanco. “Además aquí los incentivos económicos a la creación de empresas son mucho menores que en otros países. Sigamos con Reino Unido: «Allí, hasta una cifra determinada de inversión al año, el business angel se lo puede deducir de sus impuestos. Eso hace que miles de inversores se dediquen a financiar pequeñas empresas”, añade. Y además se da otra paradoja en este país, que tiene que ver más con la cultura que con la legislación: “Una parte de la población te ve como empresario especulador, opresor de trabajadores, mientras que la otra mitad piensa que eres un pringado, porque está mucho mejor visto trabajar para grandes empresas”, finaliza Blanco.

En definitiva, aquí es más caro, lleva más tiempo, te las ves y te las deseas para conseguir financiación económica, no hay ayudas… “Mientras en España la política de creación de empresas la decidan funcionarios que nunca han montado una empresa, seremos enormemente ineficientes y siempre estaremos por detrás. Al final no es tan difícil: basta con mirar cómo funcionan las legislaciones que promueven y facilitan la creación de empresas y copiarlo. Basta con ver cuánto cuesta y cuánto se tarda en crear una empresa en países del sudeste asiático o en los mercados anglosajones, y aplicarlo aquí”, comenta Fernando Encinar, socio fundador de Idealista.

Pero, entre tanto, todo indica, lamentablemente, que el apoyo por parte de los gobernantes a los emprendedores y pymes en nuestro país se seguirá haciendo vía marquesinas…

 

Foto: Contando estrelas

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