Como ya hemos dicho varias veces, la fragmentación es sin duda uno de los problemas más graves a los que se tiene que enfrentar Android a día de hoy. En este post te hablamos de ella a fondo, pero a grandes rasgos te diré que consiste en que los dispositivos de Android se basan cada uno en una versión distinta, debido a retrasos en actualizaciones o a decisiones de los fabricantes.
A día de hoy, Ice Cream Sandwich sólo cuenta con un 10% de distribución siendo la última versión del SO. Google es consciente de esto y quiere ponerle solución aprovechando la cercana salida al mercado de Jelly Bean. A continuación te cuento cómo pretende hacerlo.