“En estos últimos tres meses mis siete canales llevan acumulados más de 287 millones de visitas y 28,6 millones de horas de visualizaciones”, asegura Patry Jordán. Y muchos de esos visionados acaban con la respiración entrecortada y la camiseta sudada.
Su nombre ha sido ese secreto a voces que ha corrido de hijos a padres, de alumnos a profesores, durante estas semanas de obligado confinamiento, hasta convertirse en sempiterna recomendación del vídeo-vermú.
Patry Jordán es una de esas personas a las que la vida ha sonreído en estos meses. Compensación nada gratuita, tras casi diez años de trabajo diario, fue en 2010 cuando esta gerundense, tan joven como desconocida, abría un canal de peinados que estaba llamado a no ser uno más.
“A mí esta crisis me ha afectado como a todos, a nivel de trabajo, campañas publicitarias, viajes… y no solo eso, también me he visto afectada en la parte emocional. Lo que estamos viviendo no es una broma”.
Esta confesión de Jordán no se contradice con su cara B: “Todo lo malo siempre tiene una parte positiva. Una de las oportunidades, por así decirlo, que ha brindado este confinamiento es que ha permitido que las personas puedan hacer deporte en sus casas, y hayan visto que es igual de efectivo”.
Deporte y belleza, la combinación perfecta
Deporte y belleza han sido dos de las preocupaciones más mundanas y humanas de los confinados, y a ambas Jordán da respuesta en casi 2.300 millones de visualizaciones, según un rápido cómputo de este bloguero.
Pero Patry Jordán ya defendía un pequeño imperio del social media antes de que oyéramos hablar del coronavirus. Entre las joyas de la corona destacan el citado de Gym Virtual; su primer canal especializado en peinados, Secretos de Chicas; el de belleza de Secretos de Chicas VIP; el de vlogs Secretos de Chicas y el podcast Yo Puedo Con Todo.
Jordán reconoce que Gym Virtual ha sido el canal que más ha crecido en estas semanas, “en los últimos 28 días tengo acumuladas más de 144 millones de visualizaciones”.
Cifras como estas han convertido a esta youtuber en una de las influencers top en el segmento de deporte y belleza en español. Dicho estatus lo rentabiliza con acuerdos con marcas como Reebok, Lancôme o Braun, por citar algunos ejemplos.
“Creo que buscan mi forma de ser, mi filosofía y mis valores. Y en mi audiencia, su fidelidad, su preocupación por la salud, el ejercicio físico y el cuidado de la imagen”, explica.
Ser referente en estas áreas la ubica en la agenda de muchas marcas. “Muchas me llaman, pero creo que para que haya una buena sinergia, tenemos que compartir valores y manera de pensar. Y mi audiencia está esperando lo mismo, porque cuando la marca te gusta, sabe que se transmite mejor”.
En consecuencia, la youtuber busca alianzas a largo plazo: “Quiero que confíen en mí, y me dejen hacer las cosas a mi manera, que es como se funciona mejor”.
Consejos para trabajar con una influencer top
En un apartado de recomendaciones para las marcas, Jordán recuerda que “no siempre la mención explícita es la que mejor convierte. No siempre «brifear» absolutamente todo, incluso un story es la mejor fórmula”.
Sin embargo, reconoce que no todas las marcas ofrecen ese grado de confianza: “Entiendo que resulta complicado. Así que siempre hemos de esforzarnos por trabajar un escenario a medida de cada marca”.
Y también derriba algún mito. “Hay muchos casos de firmas pequeñas que han accedido a la primera división de influencers. La clave es un buen producto, diferenciado y con buen precio”.
Jordán asegura que ese es el camino por el que marcas más modestas acceden a la primera división de estas efectivas recomendadoras.
“Para mí, lo más importante es analizar muy bien el perfil con el que vas a trabajar. Entender qué hace y cómo lo hace. Intentar comprender cómo funciona su comunidad. Así seguramente se consiguen plantear acuerdos orgánicos que sumen a todas las partes”.
El secreto para «poder con todo«
¿Cuándo se dio cuenta de que tenía un don frente a la cámara?
“En realidad creo que nunca me he dado cuenta de eso. Yo siempre había dado clases en el gimnasio y me parece que se me da bien comunicar. Al final, si le pones ganas y esfuerzo, todo es posible”.
Y es que gritos como el de “yo puedo con todo” y una eterna sonrisa –ajena a la más cruel contorsión corporal– se han convertido en marca de la casa.
¡Totalmente! -asegura Jordán. Pero yo no creo en una sonrisa o en un «yo puedo con todo» vacío, sin esfuerzo detrás. Son gestos que pueden ayudarte, pero si no estás totalmente concienciado, te esfuerzas y das todo por conseguir tu objetivo, no te va a servir de nada.
Creo que poner una sonrisa es como dar el primer paso hacia el objetivo, pero los demás los tienes que dar con esfuerzo.
Lo cierto es que son millones, principalmente mujeres de 18 a 44 años, las que se identifican o buscan inspiración en sus fotos y contenido. Una audiencia que no necesariamente se monetiza.
Tener seguidores ayuda, pero no es directamente proporcional a ganar más dinero.
Conozco muchos instagrammers y youtubers que no ganan lo que se dice en Internet. Al final debes tener un modelo de negocio y encontrar la manera de monetizar ese contenido de manera sostenible”.
– ¿Entonces es posible ganarse la vida así… digamos, bien?
– Depende de lo que entiendas por bien. Yo vivo y soy feliz con lo que hago, y con eso es suficiente. Y también algo que no siempre entiende todo el mundo es que es un trabajo de 24×7.
No todos estarían dispuestos a sacrificar todas las horas que yo invierto en los proyectos. Para mí no es un sacrificio como tal, pero sí es verdad que he tenido que renunciar a otras cosas por apostar por el contenido que estoy creando.