La web está llena de consejos, libros gratis y tareas imprescindibles para los emprendedores. En el caso de Twitter, creo que el número de recomendaciones se dispara. Sin embargo, al leer hoy que los fundadores de la compañía apenas hacen uso de su servicio, he decidido pensar para qué me sirve a mí Twitter y qué experiencias positivas he sacado después de más de tres años de uso y unos 8.000 tweets.
Sin duda, Twitter no es una red social al uso. No sirve para conectar con los amigos de la infancia, aunque es probable que los encuentres en su faceta profesional. Tampoco es el sitio ideal para rebotar todo aquello que publicas en Facebook o Linkedin. De hecho, desde que la red profesional decidió romper la integración con Twitter, creo que ha mejorado mucho en términos cualitativos. Encuentras información más precisa sobre tus contactos y no se parece tanto a Facebook. Ha sido una buena decisión estratégica, pero de eso hablaremos otro día.
Entonces, ¿cómo utilizo Twitter si voy a emprender? Yo creo que Twitter es un potente medio de comunicación que sirve para conectar personas con intereses parecidos y con ganas de hacer comunidad. El error que veo en muchos emprendedores consiste en el uso unidireccional de las herramientas 2.0. Me refiero al hecho de que solo cuentan su agenda o sus últimos posts, pero no redistribuyen o colaboran con terceros. Creo que se pierden lo mejor.
Esta semana te propongo que organices tus tweets en torno a cinco grandes ejes. Seguro que hay más. ¡Y hasta se puede planificar!
El primer uso es la agenda. Publica todo tipo de actos, eventos, conferencias o seminarios que te interesen. No hables solo de tus iniciativas, sino de otras que te puedan resultar relevantes. Creo que tiene una ventaja muy clara: puedes descubrir anticipadamente quiénes van a asistir. Para eso, localiza los hashtags adecuados para que te encuentren tanto el community manager del evento como otros asistentes. Mi experiencia es positiva: antes de empezar ya he intercambiado ideas, enlaces y opiniones con el ponente y con otros asistentes. Es un buen comienzo para reforzar el vínculo en persona. Cuida tu foto para que los interesados te reconozcan. Nada de imágenes pixeladas o iconos.
Seguidamente, te animo a que dialogues. Twitter es potente precisamente porque es un instrumento que permite el contacto directo y el comentario. En mi opinión, quienes no responden a los mensajes se pierden la mitad de la conversación. Trata de responder y conversar, porque así es como puedes aprender de otros. Además, puedes mostrar tus conocimientos, tus intereses o tus inquietudes. Si no das abasto, puedes utilizar cualquiera de las herramientas de gestión de medios sociales. Yo empleo Hootsuite para gestionar las menciones o los mensajes directos, pero hay decenas. Por supuesto, sé educado. Que sea un espacio accesible no significa que tengas que agobiar al interlocutor o que le exijas una respuesta. La sucesión de correos electrónicos de @masaenfurecida y un presunto interesado es antológica.
Publica información relevante. Todos los días encuentro algo interesante en los periódicos, blogs corporativos, noticias de empresa, libros blancos y otros documentos semejantes. Claro que comparto noticias o análisis que leo, pero trato de crear algo de valor para la comunidad. Si retuiteo una información explico por qué mediante una cita, un extracto, un vínculo con otra información anterior o algo semejante. Sé original y evita los RT (retweets) indiscriminados. A menudo, cuando leo un timeline que no aporta su visión sobre un hecho relevante o un acontecimiento, pienso que pierde la oportunidad de conectar con otros. Por ejemplo, concedo mucho valor a los tuits de @martinbravo_a sobre comunicación y estrategia. Resume contenidos que no he podido leer, da titulares y permite seguir la pista a autores o libros sobre este asunto. Algo parecido realiza @jorgesegado que recopila los que, en su opinión, son los mejores tuits. Aquí va la lista de noviembre.
¿Gatitos? ¿En serio? Twitter es una red cada vez más profesional. Te aconsejo que no avasalles a tus seguidores con fotos de gatitos, vídeos de Youtube, enlaces a presentaciones en PowerPoint rancias y otros inventos irrelevantes para el trabajo diario. Hay otros espacios donde se pueden compartir y donde tus amigos pueden divertirse más. No pienso que haya que ser rígido e inflexible con tu timeline. En mi opinión, muchas cuentas institucionales acaban por parecer robots, porque no se dan ni un respiro. A menudo, yo mismo comento mis aficiones con otros colegas que comparten inquietudes. Pueden preguntar a @elenacarazo, @saliega, @jjcuellarruiz y @PepaPacheco1. No todo es la profesión. Pero lo reservamos para el fin de semana: no es una regla escrita.
Disfruta. No existe un uso único correcto de Twitter. De hecho, te animo a que olvides estos consejos y pruebes tus propias recetas para ensayar o experimentar nuevos usos. ¡Es lo mejor de Twitter!
Hasta la semana que viene.
Foto @shawn mccready, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0