Son las dos de la tarde y, de buenas a primeras, tu redactor jefe te encarga, para antes del cierre (las 20:30 h.), un reportaje sobre conciliación laboral y familiar en el que has de entrevistar a una trabajadora por cuenta ajena y madre de tres hijos. ¿Qué hacer, además de maldecir tu mala suerte?
En esos momentos, todos daríamos lo que fuera por una fuente de información que nos resolviera la papeleta, porque aunque tenemos una agenda de contactos, no cubre todos los sectores, temas o perfiles. Ahí es donde entra en juego Reportaro, una herramienta que pone en contacto a periodistas y blogueros con las fuentes de información.
Es cierto que en muchos casos el periodista puede llegar a la fuente haciendo algunas llamadas y rebuscando en Internet, pero es un proceso que consume tiempo y en las redacciones de hoy en día -eminentemente digitales- hay que apoyarse en herramientas que ahorren tiempo y enriquezcan el contenido.
Soluciones similares ya existen en Estados Unidos (por ejemplo, Help A Reporter Out). “Pensamos que la idea era extrapolable a España, porque había tenido éxito allí, no existía aún en nuestro mercado y, sin embargo, el problema de falta de fuentes es frecuente en ambos países”, relata Ballester, uno de los fundadores de Reportaro.
Este proyecto vio la luz en 2013 con una web creada en 54 horas por dos personas con nociones básicas de desarrollo. La inversión inicial no superó los 100€, que se destinaron a un dominio, un servidor y una plantilla de WordPress. Posteriormente compraron Twitter Ads y realizaron mejoras técnicas, pero aun así la inversión no ha superado los 1000€. En la actualidad conforman el equipo Fernando Ballester, periodista especializado en tecnología y emprendedor primerizo, que hace las labores de marketing, comunicación y gestión; y Javier Crevillén y Rafa Noguera, que se encargan de la parte técnica del proyecto y son los ideólogos del nuevo portal.
Medio millar de fuentes registradas
Reportaro actúa en España y Latinoamérica, “donde tenemos cerca del 20% de nuestras fuentes actuales y desde donde nos han llegado peticiones de medios de comunicación como la versión mexicana de la revista Muy Interesante, entre otros. En España superamos los 400 usuarios, gracias a agencias de comunicación de primer nivel, startups que ven en nuestra herramienta una forma de dar visibilidad a su negocio sin pagar cifras astronómicas (como podría ser un post patrocinado), y particulares que también tienen interés en darse a conocer”.
“A día de hoy tenemos casi medio millar de fuentes registradas en total, pero realmente son más si tenemos en cuenta que las agencias representan a varios clientes. Destacan los expertos en tecnología -el sector mayoritario-, pero también hay una nutrida representación en educación, salud, economía y política”, destaca Ballester.
Del lado periodístico, estamos orgullosos de haber servido de ayuda a diarios como ElConfidencial.com, televisiones como Cuatro y radios como Cadena SER”.
La ventaja de utilizar Reportaro es que en todo momento el periodista o bloguero mantiene el control del enfoque y contacta con la fuente que estima interesante, no se trata de una nota de prensa de las que inundan su bandeja de entrada.
Soy periodista, ¿cómo utilizo el servicio?
Cualquier editor de contenidos (periodista, bloguero…) puede acceder a la plataforma, sin necesidad de pagar ni registrarse. “Es tan sencillo como decirnos qué tipo de fuente necesitan a través del formulario alojado en ‘Buscar fuente’. Nosotros gestionamos la petición y, una vez las fuentes comiencen a mostrar interés por colaborar, damos acceso a un documento compartido con el periodista en el que indicamos quién ha mostrado interés y por qué es la fuente adecuada”.
Ese es uno de los puntos fuertes de la herramienta, que la fuente tiene que venderse al periodista. “Se acabó enviarles un contenido enlatado, devolvamos a los periodistas el control de lo que se publica y que sean ellos quienes escojan sus fuentes de entre varios candidatos”, argumenta Ballester.
En el formulario inicial, el periodista indica una fecha límite para seguir recibiendo fuentes, por lo que hasta ese día el documento compartido se actualiza con nuevas fuentes, por si hicieran falta más testimonios.
Registrarse como fuente
En Reportaro consideran fuente a cualquier persona, ya que todo el mundo conoce a fondo alguna materia o tiene un hobby del que podría hablar durante horas. Además, no sólo facilitan fuentes especializadas, sino también fuentes que responden a una descripción general, como por ejemplo, hombres divorciados menores de 30 años para un reportaje sobre las causas por las fracasó su primer matrimonio.
Para registrarse como fuente, lo primero que hay que hacer es entrar en Reportaro.es y escoger uno de los tres planes disponibles:
Básico: No pagan nada por estar en Reportaro y pueden recibir una oportunidad de prensa diaria de la categoría que seleccionen (Tecnologia, Política, Economía, etc). Esa alerta llega con varias horas de retraso desde el momento en que un periodista o bloguero la envió, por lo que las opciones de ser la fuente escogida disminuyen respecto a los planes de pago.
Pro: Por 25€ al mes, tienen acceso a un máximo de tres oportunidades de prensa diarias de hasta tres categorías, siempre recibidas en tiempo real.
Premium: Por 99€ al mes, reciben en su correo cualquier oportunidad de prensa generada en Reportaro y en tiempo real. Además, pueden contestar directamente a periodistas y blogueros.
Confidencialidad
«Los usuarios que solicitan fuentes en Reportaro no ven vulnerada su intimidad; no facilitamos sus datos de contacto a terceros, porque entendemos que podrían insertarlos en una base de datos para un posterior mailing publicitario», subraya el fundador de la plataforma.
Así, cuando una fuente recibe la oportunidad de prensa, debe responder a Reportaro por qué tiene interés en aparecer en la noticia y qué puede aportar, al igual que sus datos de contacto. Esta es la información que verá el periodista o bloguero que generó la petición para que hable con las fuentes que le aportan valor.
Por otro lado, «estamos trabajando en un sistema de respuesta directa al periodista por parte de la fuente, pero sin necesidad de revelar sus datos de contacto», concluye Ballester.