Ya pasó la época en la que podíamos hablar de innovación sin hablar de personas.
También hemos aprendido que el verdadero poder de innovar no reside en las áreas de innovación, sino en las redes 2.0 –algo más caóticas-, y a las nuevas organizaciones que utilizan estas herramientas de forma eficiente las denominamos organizaciones 2.0.
La tecnología nos permite conectarnos, nos da la posibilidad de generar ideas, de trabajar con ellas y sobre todo de multiplicar emociones y crear conversaciones, nos permite innovar.
Pero la tecnología no es la protagonista de la revolución de las organizaciones 2.0, sólo la que la hace posible, la verdadera esencia de las organizaciones 2.0 son unos nuevos valores, una nueva cultura, la cultura 2.0 o cultura innovadora.
La miopía tecnológica: la palanca 2.0 como herramienta de gestión cultural
Decía Humberto Maturana que la cultura son conversaciones. Y lo cierto es que comienza a hablar de nuevas herramientas que permiten gestionar conversaciones (valores, emociones y comportamientos) que se denominan herramientas 2.0 y que desde esta perspectiva serían herramientas de gestión cultural.
Si considerásemos el nuevo entorno 2.0 como el nuevo entorno de la innovación, nuestras empresas están en la prehistoria de la innovación, pues deben recorrer un largo camino para aprender a gestionar ideas y el talento en entornos 2.0, pero sobre todo los nuevos valores.
Y lo primero que deben saber es que la tecnología es un medio que puede facilitar “conversaciones innovadoras” pero no consigue personas creativas e innovadoras, ni crea las condiciones, el clima, que favorecen una cultura innovadora, aunque amplifica el poder de las conversaciones, aumenta la rapidez de difusión de ideas, las deslocaliza en el tiempo y en el espacio.
Las organizaciones 2.0 de las que cada vez hablamos más como la organización que mejor aprovecha la inteligencia colectiva y, por tanto, es más innovadora no sólo es una organización con herramientas 2.0, sino que es una organización con culturas innovadoras que utilizan herramientas 2.0.
La cultura innovadora no vendrá, habrá que crearla y trabajarla
La innovación no es una moda, no es buena, importante o estratégica… es la principal prioridad, lo más importante, la única ventaja competitiva sostenible. Y la pregunta que surge es cómo conseguir esta ventaja sostenida. Para responder a esta pregunta ya sabemos que no puede conseguirse con mayor presupuesto ni creando departamentos que la consigan, ni implantando una red 2.0: se necesita un nuevo tipo de cultura.
Las empresas con cultura innovadora crean el futuro antes que las demás, fluyen con el cambio y están preparadas para lo inesperado: tienen unos valores que les permiten llegar antes que las demás a lo que sus clientes les piden, pero, ¿cómo concretamos esta cultura?
Cuando se trata de abordar la verdadera naturaleza de la innovación, su componente cultural y humano, surge la dificultad de concretar y trabajar con estos conceptos y esto hace que no le demos la prioridad que debería tener.
La cultura, los valores, los intangibles en general son siempre difíciles de sistematizar. Pero la cultura innovadora no vendrá por casualidad, habrá que trabajarla y luchar por ella y esta es la principal misión del directivo, luchar por hacer realidad estos intangibles.
Las 4 dimensiones de la cultura innovadora, medir para cambiar
Hace unos cinco años lideré un grupo de expertos de escuelas de negocio, instituciones y consultoras para medir la cultura innovadora. El Modelo de Innovación, del que hemos hecho recientemente el Estudio Liderazgo e Innovación 2.0, sistematiza los comportamientos y valores, agrupados en cuatro dimensiones que espero os puedan servir de referencia, y que son los siguientes:
1- Orientación interna
- Autonomía y empowerment [Autónoma-Supervisada]
- Rol jerárquico [Cercana-Disciplinada]
- Comunicación orientadora [Abierta-Opaca]
- Control y riesgo [Descentralizada-Centralizada]
2- Orientación externa
- Iniciativa estratégica [Visionaria-Operativa]
- Aprendizaje externo [Adaptativa-Reactiva]
- Cliente/Mercado [Orientación Cliente-Orientación Interna]
- Abertura y colaboración [Abierta/colaboradora-Competitiva]
3- Orientación a resultados
- Exigencia de estándares [Exigente-Complaciente]
- Reconocimiento y recompensa [Meritocrática-Inequitativa]
- Claridad de objetivos [Organizada-Confusa]
4- Orientación a personas
- Desarrollo y profesionalidad [Desarrolladora-Orientada a Corto Plazo]
- Afiliación y respeto [Cálida y Fría]
- Identidad y lealtad [Comprometida-Individualista]
- Colaboración y equipo [Colaborativa-Competitiva]
La revolución 2.0 no es una revolución tecnológica, sino una revolución cultural. Por eso es necesario que entendamos en qué consisten los comportamientos de la cultura innovadora de las nuevas organizaciones 2.0.
Muchos piensan que en las nuevas organizaciones 2.0, donde el poder y el liderazgo está distribuido, no es tan necesario el rol de directivos ejerciendo el liderazgo. Se piensa que un liderazgo débil o ausencia de éste es posible. Más bien al contrario, las nuevas organizaciones exigen nuevos líderes que puedan ayudar a construir culturas más complejas y que sean los encargados de poner el guión en las conversaciones de las nuevas organizaciones 2.0.
Las organizaciones 2.0 implican transformación cultural, pero si no determinamos qué valores son los que constituyen la cultura deseada, difícilmente la obtendremos. Estos son los que te proponemos. ¿Cuáles crees tú que son más relevantes?
Foto @wolfgangstaudt, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0