Obstáculos para abrir una empresa

Debido a los farragosos trámites necesarios, España continúa siendo uno de los países con mayores dificultades a la hora de abrir una empresa. Se sitúa en la posición 82, entre 189 economías, por lo que ha descendido cuatro peldaños en el ranking en tan sólo un año. No obstante, ha avanzado un puesto en la clasificación de facilidades para hacer negocios, y ahora ocupa el puesto 33, según el “Doing Business 2016”, un informe elaborado por el Banco Mundial.

El coste de las gestiones, el capital mínimo a desembolsar para llevar a cabo el proyecto, las pertinentes instrucciones, etc. Los empresarios que deciden poner en marcha un negocio deben desafiar a todo tipo de dificultades. Y es que abrir una empresa en España resulta más complicado que en la mayoría de los países de la Unión Europea. Es más, se requieren 7 trámites y se tarda unos 14 días (frente a los 4,7 y 8,3, respectivamente, de media en los países de la OCDE).

Los empresarios admiten las complejidades, que pueden convertir el arranque de un negocio en una auténtica pesadilla por culpa de la alarmante falta de coordinación entre las administraciones, y del tiempo necesario para la apertura, en función de la provincia que se trate. No sólo es que exista un déficit de asesoramiento a los emprendedores en la Administración, sino que las ventanillas únicas no funcionan todo lo bien que deberían.

Más allá de las trabas burocráticas, la falta de apoyo financiero es la principal dificultad. Al menos, en opinión de Juan Merino, presidente de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje), quien ve necesario fomentar las fuentes alternativas de financiación.

Al margen del desquicio burocrático, otro gran obstáculo es el miedo al fracaso. Merino asegura que los empresarios que aprenden de sus errores suelen tener más éxito en sus intentos posteriores. Y explica que la aversión al riesgo, junto a la maraña de regulaciones, a la rigidez del mercado laboral, al esquema autonómico -que debilita la unidad de mercado-, al escaso desarrollo de los mercados financieros de capital riesgo y a la falta de financiación e incentivos fiscales, hace que “iniciar un negocio sea una ardua tarea, y que mucho emprendimiento se quede por el camino”.

Nadie sabe cuántas normas existen en España para abrir una empresa, lo que constituye un importante problema. Y las que hay resultan tediosas y complejas. También se dan duplicidades entre distintas administraciones de una misma Comunidad Autónoma que, a su vez, son diferentes a las de otras áreas geográficas. Merino considera necesario poder constituir una empresa en 48 horas, así como realizar todos los trámites de manera telemática.

 

Pasos necesarios

El proceso para abrir una empresa en España depende del tipo de compañía. El presidente de Ceaje detalla que para crear una Sociedad Limitada un empresario debe completar trámites antes, durante y después del registro. La etapa previa incluye la obtención del certificado negativo de denominación social del Registro Mercantil Central, el depósito del capital social mínimo de 3.000 euros en el banco y la certificación bancaria del depósito, la firma de la escritura pública ante el notario, la obtención del NIF y la autoliquidación del impuesto sobre operaciones societarias ante las haciendas autonómicas.

Tras el registro, el emprendedor tiene que solicitar el número de identificación fiscal definitivo y darse de alta tanto en el Censo de Empresarios como en el impuesto de actividades económicas. Posteriormente, debe inscribirse como empresa en la Tesorería General de la Seguridad Social y apuntar a los empleados en el sistema. Por último, la sociedad tiene que comunicar la apertura del centro de trabajo a la comunidad autónoma correspondiente en el transcurso de los 30 primeros días desde el inicio de las actividades.

Las trabas legales que se tienen que atravesar antes de fundar una empresa, indudablemente, suponen un freno. Por ello, desde Ceaje piden que se aligeren los trámites burocráticos, y que se pueda constituir una compañía en menos de dos días, garantizando derechos y reduciendo la presión fiscal.

Los costes que requiere comenzar una actividad empresarial resultan demasiado elevados. Sobre todo, teniendo en cuenta el gasto total al que deben hacer frente los emprendedores, quienes se ven obligados a adelantar dinero de sus propios bolsillos antes de empezar a facturar. Así, Ceaje defiende tributar en función de los ingresos, de manera progresiva, así como crear un régimen especial para las empresas digitales y dar un apoyo decidido a la I+D+i.

 

Perversa fiscalidad

El mapa de los impuestos tampoco parece favorecer a la creación de empresas. Merino apuesta por una fiscalidad innovadora, con diseño de modelos de deducción de tributos no tradicionales para aspectos como la generación de ideas, la innovación o la responsabilidad social. “Debería establecerse una normativa fiscal beneficiosa para los inversores de business angels, permitiéndoles las deducciones a las sociedades y particulares que actúen como tales hasta 30.000 euros”. El presidente de Ceaje piensa que otra propuesta interesante sería la creación de una deducción fiscal o diferimiento impositivo en sede de impuesto de sociedades para los beneficios de empresas no distribuidos y que se aporten a una reserva especial e indisponible por plazo de 5 años.

Aumentar la difusión de las ventajas y deducciones por I+D+i e incrementar el porcentaje de deducción en el Impuesto de Sociedades, hasta el 20%, garantizando plena seguridad jurídica para los programas de inversión de las compañías mediante el desarrollo de un entorno legal adecuado podría tener impactos notorios. “Sería bueno hacer compatible la deducción fiscal por actividades de investigación, desarrollo e innovación en el Impuesto de Sociedades, con las deducciones de la Seguridad Social previstas para el personal investigador”.

 

Otras medidas

Muchas empresas nacen con una clara visión global. Por ello, y en cuanto a internacionalización y comercio exterior se refiere, Merino sugiere la creación de un portal documental por sectores y países que sean estadísticamente los más demandados para importar y exportar, que disponga de información básica sobre las normativas, los aspectos relevantes del país, y los productos y servicios principales. “También nos gustaría la creación de un pasaporte internacional empresarial dotado de criterios objetivos y requisitos transparentes para su obtención”, agrega.

Eliminar algunos “falsos” estigmas y adjetivos del empresario, y luchar contra su demonización constituyen otros objetivos. “Hoy el empresario tiene que demostrar que es inocente”. Para superar las críticas e impulsar el emprendimiento, el presidente de Ceaje aboga por fomentar el espíritu emprendedor desde los colegios -con la introducción de asignaturas y material didáctico en todos los niveles del sistema educativo-, y por mejorar la relación entre la universidad y la empresa. 

 

Foto: pixabay

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