Con la nueva generación de smartphones, las costumbres han cambiado. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en los juegos. Ya no hacen falta controles como los de antes para poder disputar una partida pero, ¿es igual de cómodo?

Con la nueva generación de smartphones, las costumbres han cambiado. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en los juegos. Ya no hacen falta controles como los de antes para poder disputar una partida pero, ¿es igual de cómodo?