¿Qué pide el nuevo consumidor a tus tiendas online y offline?

El nuevo consumidor ya no es una entelequia. Emergen perfiles de compradores, aún minoritarios, pero anticipan el panorama que los retailers nos vamos a encontrar en los próximos años. Uno de los más influyentes es aquel que, tras consultar y experimentar en la tienda física, compra online, no sin antes haber buscado el mejor precio en Internet. No sé tú, pero yo ya conozco a muchos showroomers.

Se calcula que de momento pueden representar el 6%, porcentaje que asciende al 24% en China y el 10% en Japón o Brasil. En España se cifra en un modesto 4%, muy en línea con otros países europeos. Los datos son del estudio «De las transacciones a las relaciones, conectando con el consumidor transicional», que acaba de difundir IBM Institute for Business Value.

La encuesta realizada entre más de 26.700 consumidores de 14 países defiende que «los clientes, capacitados por la tecnología, se sienten cada vez más cómodos usando múltiples canales para sus compras». Sería muy ingenuo no percatarse de este cambio y de la rapidez con que se está produciendo. Las incógnitas son: ¿estamos preparados para responder al nuevo consumidor?, ¿nuestros dependientes están capacitados para conducirles hacia la web?, ¿sabemos utilizar la información que nos ofrece la monitorización de sus visitas?… Aún hay tiempo, pero debemos tomar posiciones.

La tienda como prospección

El estudio presta una especial atención a los showroomers, sin duda por ofrecer un perfil más definido y por la influencia que pueden tener sobre el conjunto de los consumidores. Conozcamos algo más sobre ellos:

Un comportamiento que advierte sobre la importancia de difuminar al máximo los límites entre las tiendas online y offline, no solo para atender la demanda de los showroomers sino también del nuevo consumidor.

¿Qué se puede hacer?

IBM cita al distribuidor Lowe’s como ejemplo. La empresa de equipamiento para el hogar cuenta con un programa, myLowe’s, que permite plantear cualquier pregunta a sus empleados de tienda, además los clientes pueden crear sus diseños de habitaciones y experimentar con ellos en su página web, archivar las compras y recibir recordatorios.

Otro ejemplo, en este caso de la tecnología al servicio del tendero, es la aplicación Shopkick. Cuando un usuario entra en una tienda, la aplicación se activa enviando información tan específica que incluso se personaliza en función de la sección en la que se encuentra, además ofrece recompensas (bonos y promociones) por compra.

El estudio de IBM mide entre sus 26.700 encuestados el grado de aceptación de diferentes propuestas al alcance de muchos comerciantes. Su resultado muestra lo variado de las estrategias:

Los objetivos

Para imbricar los entornos físicos y virtuales de sus tiendas, los operadores deben tener muy presente lo siguiente:

¿Cómo conseguirlo?

Imagen @Fosforix, distribuida con licencia Creative Commons BY-SA 2.0

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