En marzo de este año el acuerdo estratégico de colaboración de Nokia con Microsoft y su sistema operativo Windows Phone cumplía un año. De esta colaboración ha surgido la gama Lumia que ha conseguido abrirse un hueco en el mercado de los smartphones frente a los líderes Apple y Android, aunque todavía está lejos de pisarles los talones.
El pasado mes de febrero Nokia afirmaba confiar plenamente en dicho acuerdo pero parece que para cubrirse las espaldas tiene un plan B por si esta colaboración no da los resultado esperados. Son varias las empresas del sector que están viendo su situación empeorar a pasos agigantados y la compañía finlandesa no quiere ser una de ellas.