Con un promedio global de un ciberataque cada 39 segundos, la ciberseguridad no es un asunto coyuntural; es una disciplina que debe mantenerse a lo largo del tiempo. El Continuous Threat Exposure Management (CTEM) es una respuesta ante estos desafíos.
Aunque no existe una fecha exacta de su origen, en 2022 se comenzó a hablar de una tendencia tecnológica: el Continuous Threat Exposure Management (CTEM), promovido por Gartner como una forma de responder a los incesantes retos en ciberseguridad.
Se trata de un enfoque que incorpora una supervisión y gestión constantes, y en tiempo real, de la vulnerabilidad de una organización frente a las amenazas en ciberseguridad. La idea es encontrar las fallas y puntos débiles de una entidad antes de que sus atacantes lo hagan.
Según explica Gartner en su documento “Cómo gestionar las amenazas a la ciberseguridad, no los episodios”, debido a los ataques constantes, las empresas luchan por automatizar los controles y desplegar parches de seguridad para apenas mantenerse al día, pero estas tácticas no reducen las exposiciones futuras.
Los pasos del Continuous Threat Exposure Management
Es difícil seguir el ritmo del malware, como se muestra en 2023 cuando se produjo un aumento del 72% en las violaciones de datos frente a 2021, donde el correo electrónico surgió como el vector de ataque preferido por los criminales según datos de Forbes.
Para enfrentarse a esa ola de herramientas criminales, ahora potenciadas por nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, es necesario automatizar la gestión de la exposición a amenazas de forma ininterrumpida. Para hacerlo, Gartner propone cinco grandes pasos:
- Examinar la exposición a la ciberseguridad
El primer paso es el diagnóstico de la superficie de ataque de su organización, incluyendo no solo los dispositivos de los empleados, sino también las redes sociales corporativas y los sistemas de la cadena de suministros. En tiempos de teletrabajo, es más importante que nunca priorizar las amenazas externas y las generadas en los ambientes SaaS.
- Desarrollar un proceso de descubrimiento de activos y sus perfiles de riesgo
Se busca crear procesos que vayan más allá de la superficie de ataque para identificar vulnerabilidades, configuraciones erróneas, activos ocultos, etc. Según Gartner, «La confusión entre el alcance y el descubrimiento suele ser el primer fracaso a la hora de crear un programa CTEM», porque el éxito no se basa en la cantidad de vulnerabilidades descubiertas, sino en la profundidad de los análisis.
- Dar prioridad a las amenazas con más probabilidades de ser usadas
Como parte del inventario digital y de gestión de riesgos, es necesario identificar los activos más vulnerables y establecer prioridades. En este paso no es necesario solucionar todos y cada uno de los problemas de seguridad, sino atacar los prioritarios según el nivel de urgencia, nivel de riesgo, resiliencia de la empresa y controles disponibles en la organización.
- Validar cómo afectan los ataques y cómo reaccionan las organizaciones
En esta etapa se ponen a prueba los descubrimientos anteriores de vulnerabilidad y los planes para enfrentarse a estos escenarios. Se prueba si las vulnerabilidades realmente pueden ser explotadas, permitiendo a los equipos de ciberseguridad evaluar si las medidas tomadas son efectivas y cómo mejorarlas.
- Movilizar a las personas y los procesos
Por último, es vital no confiarse y vincular a diferentes niveles de la organización en los procesos de ciberseguridad y sus objetivos. Se busca comunicar las conclusiones del CTEM, facilitando los recursos, reduciendo fricciones y documentando los flujos de trabajo de aprobación entre diferentes equipos.
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