El acceso a Internet desde el smartphone es algo que damos por hecho. Cada día pasamos más de 120 minutos de media navegando por la red o chateando a través de nuestro móvil y lo hacemos desde casa, el trabajo, el bar, el metro, el autobús, etc.
El usuario quiere comunicarse o divertirse desde cualquier lugar, incluso un domingo por la tarde mientras ve a su equipo favorito de fútbol desde el estadio. Pero seguro que todos hemos experimentado en más de una ocasión cómo conectarse a Internet desde nuestro móvil es tarea imposible desde algunos lugares llenos de gente y con multitud de dispositivos móviles conectados a la red.
¿No están perdiendo una oportunidad de negocio los clubes de fútbol, al no disponer de una buena conexión a Internet? El mundo de las apuestas ha encontrado en la red el paraíso que llevaban buscando desde hace décadas las principales empresas del sector. ¿No tendría sentido que un usuario pudiera apostar que el mejor delantero de su equipo va a marcar ese penalti que está a punto de lanzar? ¿Y la venta de merchandising online? ¿Y si los aficionados pudieran pedir de forma online y pagar sus refrescos durante el descanso? ¿Y si los patrocinadores del equipo pudieran enviar ofertas puntuales a los seguidores del equipo durante el transcurso del partido?
¿No sería posible instalar WiFi en los estadios de fútbol? Está claro que permitiríamos a los usuarios que se encuentran en el campo realizar un uso cotidiano de su dispositivo móvil. ¿No aumentarían, por ejemplo, las descargas de la app oficial del equipo?
Lógicamente habría que decidir si hacemos la conexión gratuita o solo permitimos conectarse a aquellos usuarios que paguen por ello, quizás para evitar que la red se sature en un momento dado. En cualquier caso, lo más recomendable sería valorar ambas posibilidades y analizar cuál ofrecería una mejor calidad de servicio y unos beneficios (tangibles o no) más atractivos para el club.
De lo que estoy completamente convencido es de la receptividad de los patrocinadores a esta propuesta. Además de la publicidad tradicional en vallas, las marcas tendrían otro canal para llegar a los espectadores del partido y podrían ofrecerles experiencias mucho más valiosas a través de sus dispositivos móviles.
En momentos como los actuales, donde todos los partidos son televisados, es más necesario que nunca que la experiencia de acudir a un campo de fútbol sea eso, una experiencia. Algo por lo que merezca la pena pagar y no ver el partido sentado en el sofá de casa frente al televisor. Es evidente que lo más importante será lo que suceda sobre el césped, pero el móvil y su uso como segunda pantalla permite multitud de posibilidades. ¿Y si ofreciéramos una repetición de las jugadas más discutidas a través de la app oficial del equipo? ¿Y si creásemos un hashtag oficial durante el partido que acompañe a esas imágenes?
Está claro que el WiFi en los campos de fútbol no tardará mucho en llegar y la clave será decidir qué modelo es el mejor, tanto para anunciantes como para el club y para los propios hinchas.
Foto: Crystian Cruz, distribuida con licencia CC BY-ND 2.0