La internacionalización es una obligación y ha de entenderse como un modo de afrontar tanto la vida como nuestros negocios.
La globalización e Internet nos empujan a la internacionalización. Vivir en nuestros tiempos implica aprovechar las oportunidades de un mundo global.
Con base en mi experiencia de más de dos décadas trabajando en proyectos internacionales, estos son los principales errores que veo con frecuencia:
- No entender correctamente la amplitud del concepto. Y es que internacionalización es mucho más que vender fuera de nuestras fronteras. Significa también comprar donde se encuentren las oportunidades, buscar socios extranjeros, prestar servicios a extranjeros en España, tener una tienda virtual internacional, deslocalizar producción, implantarse en el exterior, participar en licitaciones internacionales y proyectos europeos, etc.
- No aprovechar el conocimiento internacional y la multiculturalidad imperante, tanto en nuestra sociedad como a través de un medio global como Internet. La falta de motivación personal y de responsabilidad es grave en muchos casos. Si no somos internacionales como personas y profesionales, tampoco lo serán nuestros negocios…
- Esperar a que nos internacionalicen, es decir, basar nuestra estrategia en ayudas y subvenciones para acometer proyectos e inversiones internacionales. Si esperas ayuda económica para abrirte al exterior, mi consejo es que te olvides. Otra cosa bien distinta es aprovechar todos los recursos públicos existentes, que por cierto son bien numerosos: formación, información, acompañamiento, visibilidad exterior, etc.
- No fomentar los contactos profesionales con extranjeros, es decir, no aprovechar el potencial que tiene por ejemplo, el turismo internacional en España, con más de 60 millones de extranjeros que nos visitan cada año, y que en su mayoría se enamoran de nuestro país. Otro ejemplo es el interesante networking internacional que se desarrolla en algunas redes como LinkedIn y que muy pocos aprovechan…
- Un hecho que a mi entender es todavía más grave: no contar con bases de datos digitales adecuadas y bien categorizadas (segmentadas) desde la juventud. Cuántas empresas veo que no tienen más que fichas contables de sus clientes… y cuántos jóvenes que sólo mantienen sus “amigos” en las redes sociales… De las posibilidades del Social CRM ni hablamos, aunque deberíamos estar ya todos “practicando”.
- Y hablando de juventud, el sexto error es creer que perdemos talento cada vez que un español se va a trabajar al extranjero. Un español en el mundo tiene que verse como una oportunidad, como una “pica en Flandes”, como una “punta de lanza” que abra puertas y contribuya a la internacionalización.
- Y siete, número mágico, la falta de paciencia. En internacionalización empresarial los resultados no son a corto, sino más bien se perciben a medio y largo plazo. Y termino, la “paciencia” significa recursos, no digo más.
Foto: Nomadic Lass