Linkedin: ¿es mejor recomendar o comentar una publicación?

Tu objetivo en Linkedin es potenciar tu marca personal, captar clientes, crear una comunidad afín a tus servicios o seleccionar talento, pero es altamente improbable que lo consigas si no interactúas, y además con asiduidad. Recomendar, comentar y  compartir son las fórmulas habituales para hacerlo con las actualizaciones de otros usuarios, pero pese a tratarse de las interacciones más básicas, siguen despertando dudas.

Vales lo que interactúas

Ofrecer valor es la mejor fórmula para conseguir ser relevante entre tus contactos. Generar publicaciones propias (actualizaciones en el idioma de Linkedin) es lo más adecuado para merecer esa atención e ir ampliando su número, sin embargo, no todo el mundo puede o quiere subir informaciones originales, por lo que recurre a las citadas interacciones básicas para trabajar su marca personal minimizando su esfuerzo. Y en la medida en que lo que recomiendes, comentes o compartas sea de interés para tu comunidad, tu prestigio y solicitudes de amistad crecerán.

Tres interacciones básicas

Todo lo que recomiendes, comentes o compartas debe ser coherente con tu estrategia y objetivos en la red social. No significa que solo puedas recomendar actualizaciones sobre fintech o comercio online internacional –si es a lo que te dedicas– pero sí que debe haber pasado tu filtro personal: te interesa y te parece de calidad.

Cuando se actúa movido por simpatías personales (se apoya indiscriminadamente las actualizaciones de una amiga o un compañero de trabajo), se corre el serio riesgo de perder esos factores de selección personal que están propiciando que otros usuarios se interesen por nuestras interacciones. En conclusión, nuestra marca personal se va a devaluar. Y por supuesto, no interactúes con ninguna publicación sin haberla leído o visto antes, lo que es algo muy habitual.

Tras este aviso al navegante, repasamos las tres interacciones básicas de Linkedin para saber cuándo es mejor recomendar, comentar o mejorar.

No se debe abusar en exceso de las publicaciones compartidas, más de una al día puede resultar cansino. Una opción es hacerlo de forma más selectiva, por ejemplo utilizando la pestaña de “Ajustes de la publicación’ que aparece abajo junto al botón de ‘Publicar’ y que restringe el público al que te diriges, o usar la opción de envío como mensaje, y solo hacérselo llegar a personas específicas, lo que es muy valorado por los usuarios.

Conviene saber también que se supone que en el algoritmo de la red social los contenidos compartidos son los que más influyen en la selección de información que luego se te va a mostrar en la pestaña de ‘Inicio’.

Todo lo que haces deja huella

Si en el mundo offline las palabras se las lleva el viento, no ocurre lo mismo en las redes sociales. Recuerda (nunca se insistirá lo suficiente) que todos tus movimientos van a quedar grabados, y son visibles a través de la sección ‘Actividad’. Ya ves que todas tus interacciones, incluso estas tres más básicas, deben responder a tu estrategia en Linkedin.

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