Solo el 1% de las empresas españolas son activas en licitaciones públicas, según la base de datos de contratos públicos del Ministerio de Hacienda.
Ese 1% significa que solo 30.000 empresas licitan activamente, de las casi tres millones, entre empresas y autónomos, que existen en España.
La cifra es de risa, sobre todo si consideramos que las licitaciones públicas representan nada menos que el 20% del PIB. Casi nada.
¿Por qué no se licita?
Por desconocimiento, básicamente. Primero, muchas personas no saben qué son las licitaciones. Y los que lo saben, “suelen pensar que son contratos que ya están dados, que no son para ellos, que es complicado ganar… Pero básicamente, no se licita porque no se sabe que se puede hacer”, explica Gádor Espinosa, fundadora del buscador de licitaciones iTenders.
Para que nos entiendan: una licitación pública, sobre todo el año que viene, en el que van a llegar 140.000 millones de euros de fondos europeos, puede suponer la diferencia entre que su negocio siga vivo o no en estos tiempos de la COVID-19 en los que la economía va de capa caída.
El sector público contrata incluso en crisis
¿Por qué? Porque los mercados públicos son los únicos que crecen con las crisis, de forma continua. Porque todo puede ser una hecatombe, pero ¿no seguirá comprando folios o papel higiénico Instituciones Penitenciarias? Pues eso, lo seguirá haciendo y alguien se lo tiene que suministrar…
¿No se lo cree? ¿Piensa que solo son para las grandes empresas? ¿Le suena a proceso farragoso que no tiene tiempo de afrontar?
Veamos un ejemplo real: un taller de carpintería metálica en el Puerto de Santa María. Su dueño, un autónomo que se dedica a hacer barandillas, verjas para las casas… toma café todos los días en un bar cercano. Allí acaba conociendo a un funcionario de la autoridad portuaria, que le comenta que van a cambiar todas las barandillas del puerto porque están oxidadas.
El funcionario le anima a presentarse a la licitación e incluso le ayuda con los papeles. “Este chico contrató nuestros servicios y, desde entonces, consiguió esa licitación, que era de 80.000 euros y ha ganado otras. Ha pasado de trabajar solo a contratar a dos personas más”, explica Espinosa.
¿Por qué las pymes y los autónomos no se presentan a las licitaciones públicas?
“En este sector no gana el mejor, sino el mejor informado. A lo largo de mi experiencia como ingeniero de caminos veía que había licitaciones de todo tipo, de servicios de peluquería para un fin de semana, de material fungible, de software… ¿Por qué entonces la gente de mi pueblo -aquellos que tienen un pequeño negocio- no se presentaba?
La Administración ha hecho un esfuerzo importante para que cualquiera pueda licitar, pero el público en general no lo sabe.
Desde 2018, con la nueva Ley de Contratos Públicos, se dividen en lotes las compras y se permite participar a empresas sin experiencia, de nueva creación.
“Eso antes no existía”, comenta Espinosa. Además, la Ley de Transparencia vigila los procesos adjudicatarios y se ha creado un tribunal especial exclusivo para licitaciones. Ahora es todo mucho más transparente.
Miles de licitaciones dispersas
Espinosa, antes de lanzar su «Google de las licitaciones», hizo la prueba con el despacho de abogados de un familiar: empezó a licitar a lotes pequeños y consiguió que, tan solo en un año, el despacho pasase de facturar 200.000 euros a más de un millón.
“Las pequeñas empresas y los autónomos no licitan porque no disponen de personal para ponerse a ello, pero presentarse a esto no es más difícil que dar de alta a un nuevo trabajador, que es un tostón, o presentar la declaración trimestral del IVA”, afirma.
Es cierto, sin embargo, que licitar requiere tiempo y dedicación: en España, cada día, se publican miles de anuncios en el BOE y en otros boletines oficiales. La información está ahí, al alcance de cualquiera, pero puede resultar complicado encontrarla.
Qué es iTenders
“Las herramientas que existen en el mercado son complejas, no son útiles para alguien ajeno al sector. Por eso lanzamos iTenders: escribes una palabra, aquello a lo que te dedicas, y el buscador te responde. Si no aparece ningún resultado, debes utilizar otra palabra. Hay licitaciones de todo tipo”, asegura Espinosa. Su empresa también ayuda a presentar los papeles en el caso de que sea necesario.
Randy Novas consiguió, en un año, cuatro licitaciones en su localidad: el bar del instituto público, la barra de las fiestas del pueblo, el bar de la piscina y la cafetería de la residencia de ancianos. ¿Cómo lo vas a hacer?, le preguntó Espinosa. “El instituto y la piscina no me generan problemas, porque la piscina abre cuando cierra el instituto. Las fiestas son por la noche, en fin de semana. La cafetería de la residencia sí me genera problemas, pero he contratado a una persona que será quien la gestione”. Arreglado y listo para la próxima licitación.