En promedio cada usuario tiene 40 aplicaciones móviles instaladas en su teléfono para fines variados como domicilios, bancos, redes sociales y comunicaciones, entre otros, pero ¿se imagina una sola aplicación que haga todo eso? Eso es, en esencia, una super app.
Para 2022, Google ofrecía a través de su plataforma móvil más de 3.65 millones de aplicaciones móviles, mientras Apple, en el mismo periodo, albergaba más de dos millones de las mismas. Esta es apenas una muestra de la diversidad de las aplicaciones en la actualidad, pero al mismo tiempo que traen beneficios también tienen retos.
No todas las personas tienen la disposición para usar esa variedad. De hecho, de las 40 apps del promedio global solo 18 de ellas acaparan el 89% del tiempo de los usuarios. Por ello, pensar en los beneficios de las super apps no es algo difícil.
Pero primero definamos qué es una super app. Gartner las compara con una navaja suiza con muchas herramientas que sirven para un propósito, con la diferencia de que se pueden usar y quitar nuevas herramientas (miniaplicaciones) según las necesidades del usuario.
Estas super apps provienen del continente asiático, donde han florecido de manera explosiva con nombres como Alipay, originalmente una plataforma de pagos en China; Grab, piense en ella como el Uber de Singapur; Wechat, la plataforma de mensajería por excelencia en China, etc.
El caso de Rappy y otras startups
Aunque el origen de las super apps viene de otro continente, esto no ha detenido a los emprendedores para traerlas a nuevas regiones como es el caso de Rappi y su visión para convertirse en la super app de América Latina. De hecho, es la plataforma más cercana a este objetivo.
Por medio de Rappi es posible desde pedir “favores”, como sacar a pasear una mascota, hasta pedir préstamos, comprar tiquetes, comida, artículos electrónicos, etc.
Pero existen otras apps del continente que van tras la misma meta y algunas que ya han recorrido un buen trecho como la argentina MercadoLibre o la plataforma de transporte Uber.
Incluso se han detectado tendencias, gracias al uso de las super apps, como es el distanciamiento entre los usuarios y los servicios bancarios tradicionales, que aunque siguen siendo beneficiados por las transacciones poco a poco se van alejando del posicionamiento de los consumidores.
Pero a pesar de su éxito, las super apps no están exentas de retos.
Algunos obstáculos en el camino
Uno de los motivos que permitió la explosión de estas apps en Asía fue una regulación permisiva en el manejo y compartición de los datos, una circunstancia que contrasta fuertemente con otras regiones como la europea y que se propaga a otras regiones del mundo.
Además, el ecosistema asiático permitió el crecimiento de las super apps gracias también a ser un mercado más restringido hacia las apps globales como Facebook, Google y Amazon, por mencionar algunas. El resto del mundo presenta una diversidad enorme.
En otras palabras, aunque el futuro de las super apps parece brillante, porque en últimas facilita la vida de los usuarios, también es cierto que es una batalla que apenas está empezando a darse.