Las cosas no siempre salen bien. Es un principio universal de estadística, por ello es importante que las empresas sean lo suficientemente maduras para afrontar los cambios. Esa es la esencia de la resiliencia, pero ¿cómo se le puede echar una mano con la tecnología?
Definida según la Real Academia Epañola de la Lengua como: capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador, o un estado o situación adversos. La resiliencia fue un protagonista de la pandemia.
De hecho, al inicio de la emergencia, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) calculó que más de 2,7 millones de empresas formales en América Latina tendrían que cerrar. Pero al mismo tiempo se generó una ola de transformaciones en los tejidos empresariales de la región.
La mayoría de estos cambios estuvieron basados en la tecnología como una herramienta para optimizar los procesos empresariales y digitalizar los canales de acceso de sus clientes. Pero, el secreto de la tecnología para aumentar la resiliencia se basó en varios principios como: mirar más allá del hardware y buscar herramientas probadas.
Mirando hacia el uso
El mercado global de tecnologías de la información alcanzará $4,5 billones de dólares en 2022, dentro de esta cifra existe una diversidad enorme. Por ello, más que pensar en una marca específica, es más útil fijarse en las aplicaciones para las cuales va ser usada la tecnología: ¿videoconferencias, correo, almacenamiento?
Vivimos una época de transición donde el hardware pasa a un segundo plano y es su uso el que determina la estrategia. A partir de su fin, se optimiza la infraestructura tecnológica para garantizar que, sin importar lo que pase, los servicios sigan prestándose.
Otro de los principios de tecnología y resiliencia es buscar equipos que se sepa cumplan con sus objetivos. En tecnología existe un incesante ciclo de renovaciones, muchas de ellas prometedoras, otras quedan como un potencial sin desarrollarse. Busque equipos con certificaciones, buena reputación, instaladores calificados.
En otras palabras, equipos tan resilientes como quiere que lo sea su organización. Por último, las crisis se repiten, es algo comprobado, hoy es Covid-19, mañana es algo inesperado. Por eso es importante el factor humano, y sobre todo, el de sus líderes, que deben planear, preparar la cultura organizacional y generar prácticas para afrontar los cambios. Después de todo, los negocios son mucho más que tecnología.
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