Pensar en Kukuxumusu es pensar en camisetas, dibujos, ironía y humor. Con ese objetivo nació la marca hace más de 20 años, y ese es el espíritu que mantiene hoy, a pesar del paso del tiempo y de la lógica evolución de sus productos y de la empresa.
El proyecto, como otros muchos, es fruto de la intuición y de la actitud al llevarlo a cabo. Sus creadores se plantearon crear una marca que renovara el panorama gráfico de las camisetas y los souvenirs. Así comenzaron desarrollando e innovando en el diseño de camisetas con una personalidad propia, llena de humor y con unas señas de identidad fácilmente reconocibles. Desde entonces han pasado a ser mucho más que una marca de camisetas para convertirse en una fábrica de dibujos, con productos de todo tipo presentes en 98 países, 22 tiendas propias y franquiciadas, 1.000 puntos de venta y más de 15.000 productos vendidos por Internet.
El lenguaje y personalidad de Kukuxumusu se consolidó gracias a la camiseta, su artículo de referencia, tanto a través de un humor universal, como de guiños a costumbres y tradiciones de cada lugar. A través de esa personalidad propia supieron descubrir nuevas fórmulas de crecimiento.
Primero, desde 2003, a través de acuerdos de licencias, con empresas líderes, que les permitió extender la marca a nuevos territorios y categorías, consolidar la compañía, disparar su presencia y transcender su nicho inicial del souvenir.
Posteriormente, a través de la creación de una línea de negocio basada en la creación de dibujos por encargo. Así, en los últimos años han trabajado para el Tercer Sector (Amnistía Internacional, Greenpeace, Medicus Mundi…), empresas (Kodak, Euskaltel, Nesquik…) o instituciones (gobiernos autonómicos, ayuntamientos, universidades). Entre sus colaboraciones más destacadas se encuentran camisetas para el merchandising oficial de clubes de fútbol como el Barcelona, el Sevilla o camisetas diseñadas junto a personalidades como el Dalai Lama, Eduard Punset o Edurne Pasaban, entre otros. Además mantiene un portal de San Fermín en Internet, tiene una plataforma televisiva en la red, organiza un concurso de fotografía, colabora con expediciones de montaña, etc. Todo ello basado en una identidad y filosofía que contribuyen a reforzar el posicionamiento de la marca.
Mantener el correcto equilibrio entre los imperativos de crecimiento de la compañía y la necesidad de preservar y conservar la personalidad de la marca, es uno de los retos más importantes de todas las personas que trabajan en una compañía. Y en el caso de Kukuxumusu, es indudable que lo saben hacer.
El caso de esta compañía, mas allá del éxito en el desarrollo de su modelo de negocio y su crecimiento, reside en su proceso de creación de extensión de marca, apoyándose siempre en la esencia de su personalidad, que les ha servido para fortalecer la marca, evitando su dilución. Otra enseñanza interesante de esta compañía es cómo la intuición, en muchos casos, tiene mucho más valor que respetar determinados paradigmas empresariales o del marketing. Así el propio nombre de la marca, en contra de cualquier regla del “naming”, supuso uno de los valores claves de su diferenciación, junto con la apuesta por dar valor a la marca frente al producto en un sector, el del souvenir, donde el producto era el rey.
En sus comienzos los creadores aplicaron la creatividad, realizaron una apuesta innovadora en la gestión, el marketing y el diseño para darle la vuelta a un sector tradicional como el del souvenir, creando un gran negocio y una marca muy poderosa, donde antes nadie había considerado que pudiera existir un negocio rentable.
El caso de Kukuxumusu desde su creación se basa en llegar a la innovación por el camino de la intuición. Primero a través del desarrollo de la marca y los diseños. Posteriormente, desde 1996, con el lanzamiento de la tienda online, y más tarde con la extensión de la marca a través de los acuerdos de licencias o más recientemente a través del crecimiento por medio de la colaboración con otras empresas y entidades.
Hoy su futuro lo afronta con esa misma intuición, mirando hacia nuevos retos asociados a las nuevas tecnologías.
Foto @tnarik, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0