Tecnología y ecología no tienen por qué estar reñidas y la empresa valenciana Jeanología es buena prueba de ello. Primero empezaron lanzando un láser para desteñir vaqueros, que prácticamente utilizan casi todas las marcas del mundo. Después llegaría la lavadora industrial que no utiliza agua, el suavizado de prendas sin utilizar componentes químicos…
Abra su armario: seguro que tiene, como mínimo, un par de vaqueros. Desteñidos, con rotos, clásicos, de colores… De marca nacional o extranjera. Sin necesidad de hurgar entre sus pertenencias, podemos afirmar que, casi con total seguridad, el acabado de esa prenda ha sido realizado con la tecnología de la empresa Jeanología.
¿No se lo cree? Levi’s, Pepe Jeans, Diesel, Gap, Inditex, Uniqlo, G Star Raw…. Las principales marcas utilizan las tecnologías de esta empresa con sede en un modernísimo edificio del Parque Tecnológico de Valencia.
Nada tiene que ver esta compañía con la que vio la luz en 1993, una fábrica de denim fundada por el abuelo del actual presidente, Enrique Silla. De los telares de entonces se pasó a una empresa de lo más moderna, puntera en tecnología, que vende sus aplicaciones a prácticamente todas las marcas del mundo.
Enrique Silla fue siempre un apasionado del vaquero, tanto es así que en los años 60 iba a Andorra a comprar Levis 501, porque en España no los encontraba. Tal es su pasión por la prenda que la compañía dispone de un pequeño museo del vaquero, con prendas recuperadas, por ejemplo, de la II Guerra Mundial y otras… ¡de los años 30!
Las tecnologías de esta compañía van destinadas, por un lado, al acabado textil de las prendas, pero también a mejorar y hacer más sostenibles los procesos textiles. La más famosa es el láser, destinado a desgastar los tejidos y a dar ese aspecto vintage a los vaqueros, camisetas, etc.
El vintage de los vaqueros se conseguía, tradicionalmente, siguiendo tres procesos: el lijado (con lija de papel), el arenado o utilizando productos químicos como la lejía. Su principal problema, aparte del tiempo empleado en cada prenda, es que los trabajadores que lo aplican sufren graves problemas respiratorios y musculares. Con la tecnología láser se evitan estos efectos secundarios y además, se ahorra tiempo: se tardan tan sólo 30 segundos de media en marcar un pantalón. “El 75% de la producción láser del mercado se está realizando con nuestra tecnología”, comenta Carmen Silla, del departamento de Marketing.
Aparte del láser, han lanzado al mercado un sistema de tinturas, y la G2, que es una máquina que decolora las telas con aire (sin necesidad de utilizar componentes químicos) y que a la vez es lavadora industrial (utiliza oxígeno en vez de agua). Pero conscientes de que la innovación es más que necesaria (de hecho, el departamento de I+D es uno de los pilares de esta compañía que emplea a 100 personas), no dejan de lanzar novedades: “Éramos por ejemplo conscientes de que uno de los procesos más contaminantes de los acabados en una prenda es el suavizado, sobre todo por los vertidos que genera. Por eso hemos desarrollado E-soft, con cero vertidos. Se basa en la tecnología de las nanoburbujas que permiten obtener un tacto suave. Con esto se ahorra un 100% del agua residual, un 99% del producto suavizante y casi un 40% en electricidad”, comenta Silla.
Los clientes de la compañía son básicamente centros de producción y las lavanderías que realizan la terminación de las prendas para las grandes firmas. Pero, a partir de ahora, también habrá consumidores finales entre sus clientes: “Hemos querido llevar la tecnología al consumidor final, creando un láser para tienda, el Jeanología Láser Nano. Con él, el cliente puede «customizar» sus compras en el punto de venta directamente”, añade. Pepe Jeans o Armani Jeans ya lo proponen en sus establecimientos.
La firma, que facturó 25 millones de euros en 2013, exporta el 99% de su facturación. Y la crisis ha tenido mucho que ver en el aumento paulatino de este porcentaje: “La crisis aceleró nuestro proceso de cambio en el modelo de negocio: antes éramos más textiles, ahora prácticamente toda la facturación viene de las tecnologías”, añade Enrique Silla.
Y ojo, que no siempre fue fácil convencer a sus clientes de que aquellas máquinas eran buenas. En una ocasión, instalando una de sus máquinas en Vietnam, se vieron obligados a contratar seguridad, porque los trabajadores no comprendían cómo de repente los efectos desgastados aparecían en la prenda sin que nadie la tocara. Los que asistieron a la demostración salían corriendo, pensaban que se trataba de magia….
¿Cómo encaráis la crisis? “Trabajando duro, reforzando nuestro equipo de I+D+i, para hacernos más competitivos, diferenciándonos de los demás”, comenta Silla.
Por cierto, si encuentran en Google un vídeo de Levis sobre el ahorro de agua y ven una lavadora industrial funcionando sin agua, sepan que está diseñado por estos valencianos. Y es que tecnología y ecología no tienen por qué estar reñidas.
Fotos: Jeanología