Instagram todavía es para muchas empresas una red desconocida, pero bien utilizada puede ser de gran valor para realizar acciones de marketing con un coste muy ajustado.
Para los que todavía no la manejen, Instagram es una aplicación que se instala en nuestros terminales móviles (tanto para IOS desde la Apple Store como para Android desde Google Play), simplemente descargándola gratuitamente.
No existe una normativa específica para empresas, por lo que solamente tendremos que introducir los datos de nuestra compañía, un correo electrónico, un nombre de usuario (el de nuestra empresa), una contraseña y darse de alta.
A través de Instagram se comparten fotografías (muchas veces acompañadas por hashtags, utilizados como palabras clave para que sea más fácil su búsqueda y conseguir un mejor posicionamiento), a las que podemos aplicar filtros que les darán un aspecto singular, con el fin de compartirlas posteriormente con nuestra red de contactos.
Los usuarios de esta red podrán interactuar con nosotros, comentando una determinada fotografía o simplemente trasmitirnos que les ha gustado, siempre que puedan acceder a nuestro sitio. Para ello podemos compartir el enlace a nuestra cuenta Instagram en el resto de redes sociales, en nuestra página web, nuestro blog, etc. De este modo, nuestros contactos sabrán que estamos activos y podrán añadirnos a su red. También podremos empezar a «seguirles» y muchos usuarios nos devolverán el follow.
Asimismo, podemos integrar Instagram con el resto de redes en las que tengamos cuenta y subir fotos tomadas no solo en el mismo instante, sino también instantáneas que tengamos en nuestros archivos.
Si tenemos fotos antiguas de nuestra empresa, por ejemplo su anterior fachada, su antigua decoración o hemos ido cambiando nuestros productos a través de los años y tenemos imágenes, puede ser muy interesante compartirlas con nuestros seguidores, seguro que les gustará ver los cambios, nos hará más humanos y acercará nuestra marca al consumidor.
El uso para las empresas es múltiple, ya que por un lado pueden interactuar con los usuarios si estos suben fotos de su marca o producto (monitorizando las encontraremos) o compartir las propias, desde el local, los productos o simplemente las fotos preferidas o incluso realizar concursos, a los que los usuarios son bastante aficionados.
Hace unos días la marca de tiendas H&M realizó un curioso concurso utilizando a David Beckham como reclamo. En las ciudades de Nueva York, Los Ángeles y San Francisco se instalaron estatuas a tamaño natural del futbolista y los usuarios debían encontrarlas, fotografiarse con ellas y compartirlas en Instagram, para luego subirlas a hmbeckham.com. Las fotos además debían utilizar el hashtag #HMBeckham.
Para los usuarios que no vivían en ninguna de estas tres ciudades, H&M les invitaba a seguir su cuenta de Twitter @HMUSA y participar en otros concursos con el mismo hashtag #HMBeckham, o a inscribirse para recibir noticias de moda, datos que se introducían automáticamente para poder optar a los premios.
Sin duda, Instagram es una magnífica herramienta visual para conectar, hacer participar y premiar a nuestros consumidores. Como acaba de ser comprada por Facebook, es posible que en próximas fechas se introduzca algún cambio en la misma.