Hace sólo algunas semanas, pudimos ver resumidos en un post los aspectos principales del nuevo smartphone de Samsung que hacen de él una auténtica joya de la tecnología, pero esta vez queremos detenernos en los detalles que diferencian las dos principales versiones del nuevo Samsung Galaxy: S7 y S7 Edge.
Ambos teléfonos cuentan con un procesador de ocho núcleos y 8 Gb de RAM que, junto al sistema operativo Android 6.0.1 Marshmallow, hacen que no quepa duda de que el rendimiento en la ejecución de tareas vaya a ser indiscutible. Tampoco el apartado fotográfico nos va a ayudar a diferenciar los terminales, ya que encontramos una cámara trasera de 12 megapíxeles y una delantera de 5 que no varían entre una y otra versión.
En cualquier caso, estamos ante una gran herramienta de trabajo que puede ayudar a incrementar nuestra productividad de forma notable, si tenemos en cuenta los matices con los que los ingenieros y diseñadores de la firma coreana han querido dotar a cada modelo.
Diferentes pantallas, diferentes usos
La diferencia principal entre los dos modelos es su pantalla. El Samsung Galaxy S7 cuenta con una pantalla plana de 5,1 pulgadas, mientras que el Samsung Galaxy S7 Edge dispone de una pantalla curvada de 5,5 pulgadas; no obstante, las diferencias van más allá de la forma de la pantalla, ya que la curvatura del S7 Edge permite que haya accesos directos y rápidos a ciertas funciones en los laterales del propio smartphone, de manera que podemos activar algunas funciones de una forma más rápida.
Como contrapartida, la pantalla más pequeña del S7, tiene el mismo número de píxeles que la del S7 Edge, de manera que la concentración de estos es un poco mayor y eso implica una imagen con mayor nitidez, si cabe, para las miradas más exigentes.
Medidas
Las medidas de ambos modelos son muy similares, siendo media pulgada mayor la diagonal de la pantalla del S7 Edge, pero lo realmente destacable en este aspecto es que el S7 Edge es, sorprendentemente, 2 milímetros más fino que su “hermano pequeño”.
La batería
Siendo el apartado energético el principal mal del que adolecen la mayoría de los smartphones, cabe destacar que disponemos de un valor de carga un 20% mayor en el caso del S7 Edge (3.600 mAh). Aunque esto no implique necesariamente una duración mayor de la batería, sí que nos encontramos ante un incremento importante en la capacidad de la misma, que permitirá alimentar una pantalla más grande sin problemas.
El peso
Para poner la guinda en cuanto a la esbeltez del modelo, Samsung ha acabado marcando un hito en la creación de phablets: casi media pulgada más en solo 5 gramos de peso.
Si comparamos, por ejemplo, los modelos de iPhone con sus respectivas versiones “Plus” donde el incremento es de 0,8 pulgadas, podemos ver que el incremento de peso está entre 40 y 50 gramos (dependiendo de si es la versión 6 o 6S), lo que implica más de un 30% de incremento de peso y, hasta ahora, éste era el precio que debíamos pagar por una pantalla mayor, sin embargo, Samsung ha sabido resolver este aspecto con un ajustado incremento del 3% en el peso. ¡Bravo!