En la actualidad, las empresas están inmersas en la mejora de la competitividad de su modelo de negocios. En ese sentido, el departamento de control interno debe asegurarse de se cumplan con los objetivos comerciales y administrativos con el menor riesgo posible. Para ese efecto, se debe llevar a cabo una adecuada gestión de riesgos legales, crediticios y tecnológicos.
Veamos cómo este departamento es clave para el cumplimiento de los objetivos de la organización con una adecuada gestión de riesgos.
¿Cuál es la función del departamento de control interno?
Para Servin (s/f), el control interno tiene el objetivo de resguardar los recursos de la empresa, evitando pérdidas por fraude o negligencia. Además, este departamento debe ser capaz de detectar las desviaciones que se presenten y que puedan afectar el cumplimiento de los objetivos de la organización.
Brookins (2019) explica que las funciones de control interno son las siguientes:
- Establecer protocolos y procedimientos que ayuden a llevar orden y cohesión a las operaciones de las empresas.
- Prevenir el fraude a través de la conciliación de los extractos bancarios, las revisiones de auditorías internas y otras actividades.
- Separar las tareas de los empleados según un orden lógico. Por ejemplo, mediante esta actividad se asegura de que el personal de cuentas por pagar, no maneje las cuentas por cobrar.
- Ayudar a la empresa a demostrar la integridad de sus estados financieros ante los reguladores estatales.
Ventajas de contar con un departamento de control interno
PWC (2018) revela que el 49% de las organizaciones de todo el mundo dijeron que habían experimentado fraudes y delitos económicos. Lo más sorprendente es que el 52% de estos fraudes son perpetrados por empleados de la empresa. Contar con un departamento de control interno puede evitar que los empleados violen las políticas internas y, en consecuencia, cometan delitos que comprometan la seguridad financiera de la organización.
Esto es así, gracias a que este departamento garantiza que los recursos de la empresa se utilicen para los fines previstos. ISOTools (2019) dice que los auditores aportan seguridad respecto a los siguientes contextos:
- La confiabilidad de la información que se audita.
- La ejecución de auditorías de control externo.
- El cumplimiento de la legislación y las regulaciones aplicables a las operaciones de la organización.
Por ejemplo, en el proceso de verificación y evaluación de una nueva adquisición, una analista de compras puede seleccionar un proveedor que esté relacionado con ella. A cambio de una pequeña regalía por la gestión. Los proveedores afectados pueden llevar a la empresa a los tribunales. Esto se traduce en costes legales imprevistos para la organización. ProcureDesk (s/f) muestra el ejemplo de HP. La multinacional pagó $55 millones de dólares en 2010 para resolver las acusaciones de que pagó de dinero a individuos para ganar contratos con el gobierno de Estados Unidos.
Control interno como herramienta indispensable para el crecimiento de la empresa
Thomson (2015) explica que muchas personas entienden que la gestión de riesgos es un freno para la innovación. Al contrario, se trata de una herramienta de aprendizaje para lograr el cumplimiento de los objetivos. Entonces, ¿cómo ayuda este departamento al crecimiento de las empresas? Control interno puede ser consultado cuando haya obstáculos en un nuevo proyecto. Thomson expone que, de este modo, los auditores pueden ayudar a determinar qué funciona y qué no funciona. Además, puede probar y refinar supuestos.
Balaji (2019) expone que las organizaciones innovadoras adoptan enfoques innovadores. Estos enfoques pueden incluir acelerar la adopción de análisis avanzados, la inteligencia artificial y aplicación de principios de auditoría Agile. De este modo, los auditores pueden identificar interferencia en los procesos y actividades de la empresa. Además, los auditores pueden generar ideas para el uso de tecnologías que ayuden a eficientizar estos procesos. Como herramientas de colaboración y capacitación en extracción de datos, por ejemplo.
La mayoría de las innovaciones pueden requerir nuevas tecnologías y la asignación de un presupuesto. Sin embargo, Deloitte (2016) encontró que solo el 40% de los auditores entiende que su función tiene un fuerte impacto e influencia. Este dato revela que la verdadera innovación en auditoría interna generalmente implica un cambio de mentalidad. En ese sentido, Balaji dice que hay que provocar un verdadero cambio disruptivo. Para la comprensión de la importancia de la auditoría interna, la mentalidad deseada debe ser proactiva. Además de progresista y más centrada en ofrecer valor y conocimientos comerciales que la mentalidad de auditoría interna tradicional.