Gamificación: ganar y mantener clientes mediante juegos adaptados a los productos

Gamificación es un término inglés que hace referencia a la aplicación de mecánicas propias del mundo de los videojuegos a entornos diferentes de estos, es decir, no lúdicos, para conseguir la participación del usuario de forma divertida, generalmente con objetivos comerciales. Suelen ser aplicaciones web o móviles que facilitan la obtención de datos de los clientes, pero no de una forma intrusiva, sino de manera que estos lo perciben positivamente.

Nadie duda del poder de atracción de los videojuegos. Por esta razón, los investigadores tratan de encontrar la causa que hace que los jugadores se pasen horas tras la pantalla, simplemente acumulando puntos virtuales a cambio de recompensas intangibles. De hecho, está psicológicamente comprobado que el efecto de recibir estos premios es igual o más poderoso que el de recibir retribuciones materiales. Así, se invierten millonadas en conseguir que los juegos sean cada vez más eficientes, a base de crear una estructura y un sistema de reglas en los que los jugadores encuentren un valor agregado. Básicamente, la idea consiste en proporcionar al jugador un proceso divertido, aderezado con un sistema de incentivos y recompensas por objetivos y trabajo bien hecho y sólo esto, independientemente de la finalidad del juego, puede resultar adictivo en sí mismo.

Así, valiéndose del potencial intrínseco de los videojuegos, el secreto del éxito de la gamificación está en transformar simples actividades rutinarias en hechos amenos, entretenidos e incluso exigentes. Sin embargo, la «gamificación» no es realmente un juego, aunque tenga que ver de alguna manera con ello. Sólo utiliza su potencial, pero no debe confundirse.

Mediante la «gamificación» se influye y motiva a los usuarios para conseguir que adquieran hábitos y alcancen objetivos. Se utilizan para ello diferentes incentivos propios de los videojuegos, de modo que el jugador participe, comparta e interactúe en alguna actividad de forma individual o en comunidad. Una gamificación eficaz, dinámica y con una rica experiencia puede ser utilizada para realizar una variedad de objetivos en todo tipo de ámbitos y sectores.

Y, claro está, el mundo empresarial no es ajeno a esto. Así, las empresas están empezando a descubrir cómo, a través de esta interesante técnica de marketing, acceden al público de manera diferente pero muy efectiva, tanto para vender sus productos como para conseguir información de los clientes. De hecho, la «gamificación» se está posicionando como un escalón por encima de las tradicionales encuestas o estudios de mercado, ya que permite a las empresas conseguir la información que necesitan de sus clientes, con el fin de realizar campañas mucho más personalizadas.

Existen varias plataformas para desarrollar el sistema de juego que se quiera lanzar. Entre ellas destacan Badgeville, muy visual y completa, y Bunchball, recomendable para las empresas que usen Salesforce en su equipo de ventas.

No es de extrañar que las aplicaciones de «gamificación» no parezcan tener límites por el momento. Cualquier realidad parece ser susceptible de «gamificarse»: redes sociales, noticias (Google News propone un sistema de logros por lectura de noticias), viajes, compras, etc. Mediante este método, las empresas realizan sondeos entre sus clientes y usuarios sin que estos los perciban como una intromisión en su intimidad y obtienen tendencias, hábitos y patrones de consumo de una manera realmente efectiva.

Ejemplos curiosos de la aplicación de la «gamificación» son los de Belros (tiendas de golosinas) a través de su app Hungry Monster, y la campaña de AxePro.

 

Foto @Jessica Keating Photography, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

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