Formación dual: ¿por qué debería interesar a la pyme?

Supongamos que la formación profesional y gran parte de la formación universitaria sirvieran ante todo para aprender cosas técnicas y cosas prácticas. Supongamos que las cosas técnicas fueran cada vez más accesibles para aprender mediante la creciente oferta de experiencias de aprendizaje online, a menudo gratuitas. Si esta fuera la situación, ¿no sería más efectivo aprender las cosas prácticas trabajando en la empresa en lugar de estudiando en el aula?

Así empezaría si quisiera argumentar a favor de la formación dual, en la actualidad un tema candente y controvertido en España. Sin embargo, los programas duales o «escuelas de aprendices» que están funcionando en todo el mundo, incluida España, son abundantes y pueden servir como patrón –que no es lo mismo que modelo que se ha de copiar– a cualquier pyme abierta a replantear su forma de atraer y formar talento.

En qué consiste la formación dual

En un escenario de formación dual, la empresa establece relación laboral con una persona (aprendiz) que demuestra el interés y la actitud adecuados para integrarse en el equipo, pero no dispone de experiencia ni titulación relacionada con el trabajo que debe realizar. El tiempo que el aprendiz dedica a la producción, igual que su sueldo, ascienden a un 70-80% de la jornada y sueldo completos de nuevas incorporaciones. El resto del tiempo lo dedica al estudio independiente de las tareas de producción del momento. En el trabajo, el aprendiz es guiado y «retado» por un mentor. En el tiempo de estudio acude a un centro de formación, disfruta de un MOOC o toma parte en otras actividades de aprendizaje, organizándose con otros aprendices para resolver problemas juntos.

Conforme va ganando experiencia y autonomía en distintos ámbitos del oficio, el aprendiz obtiene insignias y certificados que, acumulados, pueden al final sumar un título oficial de formación profesional o grado. La duración y el contenido de un itinerario así es diferente para cada aprendiz, pues depende tanto de las aspiraciones de las personas como del entorno productivo en que se mueve la empresa. Un apoyo pedagógico que se contrata a proveedores de formación, contribuye a que cada itinerario pueda llevar efectivamente a los resultados esperados por cada una de las partes.

Ventajas

Esta forma de aprender una profesión presenta ventajas muy interesantes tanto para los aprendices como para las empresas:

Retos

Apostar por la formación dual presenta una serie de retos para los interesados a los que es importante enfrentarse desde el principio y de forma explícita. Estos son algunos:

Considerando las ventajas y los retos enumerados, a los que seguro que se pueden añadir más, la formación dual ha sido y es una opción interesante tanto para empresas con interés en atraer talento y construir conocimiento como para personas con pasión para aprender un oficio.

Foto: Luz Adriana Villa A. con licencia CC BY

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