Facebook sigue buscando la forma de que los usuarios utilicen sus servicios de geolocalización, esta vez con una renovación de Facebook Places.
Hace años que Facebook anda detrás de utilizar esta herramienta, en Estados Unidos lanzó Facebook Deals con descuentos y promociones por proximidad, luego compró Gowalla, la red que competía de alguna forma con Foursquare, y poco después incorporó a parte del equipo en la empresa y cerró esta aplicación.
Tras esto, siguió manteniendo una categoría distinta de personas y páginas que se denominaba “Lugares”, donde se ofrecía información de algunos sitios y la posibilidad de editarla y mejorarla de forma colaborativa, pero tampoco acabó de funcionar.
El último intento fue integrar estos lugares con las páginas de empresas localizadas y negocios locales indicando que “x personas han visitado este sitio”, aunque fue con la aparición de las 5 estrellas de Facebook, cuando realmente generó un cambio importante, aportando información de los usuarios a través de puntuaciones y opiniones.
Facebook dispone de una enorme base de datos con información de todos nosotros, nuestros gustos y las relaciones con nuestros amigos o negocios, pero además incorpora la información del “dónde”, la localización de usuarios y negocios. Por tanto en la era del big data ésta es una información muy valiosa para los negocios.
Hace unas semanas apareció un cambio al que no se le ha dado demasiada difusión, a pesar de las implicaciones que ofrece, tal y como explican en el blog de Marketing Surfers, en el magnífico artículo: “Facebook Places es un buscador de información local basado en el rating social”.
Por tanto, no pretendo volver a replicar algo que está tan bien explicado, pero sí aportar mi reflexión al respecto, ya que este cambio en la herramienta lo merece.
Básicamente lo que nos encontramos cuando accedemos a Facebook Places es un buscador donde claramente nos indican “Descubre lugares fabulosos en todas las ciudades”, que relaciona por defecto los lugares populares de la ciudad en que nos encontramos.
Pero lo realmente interesante viene cuando ponemos una ciudad en el buscador y nos arroja los resultados bajo el epígrafe “Cosas que hacer en” y donde aparece de forma muy gráfica información sobre restaurantes, destacando las fotos de los mismos junto a las puntuaciones en forma de estrellas y el número de opiniones, que además aparecen después debajo en forma de banner con ejemplos de opiniones recientes de los usuarios sobre los sitios destacados.
Además de restaurantes, Facebook Places ofrece la categorías de hoteles, bares, cafeterías, atracciones públicas, arte y ocio y más (gimnasios, cines, escuelas, teatros, tiendas de comestibles y lugares de referencia).
Por último, en la parte inferior hay un mapa de Bing Maps con las ciudades cercanas a nuestra búsqueda, incentivando el acceder a las mismas y visitar otros lugares.
Por tanto, Facebook Places lo que hace es integrar toda la información de la que dispone en función de la localización de la misma y dirigirla directamente en una doble dirección: a los usuarios (la demanda) mediante resultados interesantes vinculados con sus gustos e intereses y a los negocios (la oferta) mediante el uso de la reputación de los mismos; y todo ello mediante la geolocalización como herramienta de comunicación con los lugares donde nos encontramos.
A partir de aquí Facebook parece que entra directamente a competir con las otras herramientas de geolocalización social como Foursquare, Yelp, Google My Business e incluso otras redes como Tripadvisor. Todas ellas ponen el foco en el cliente y en sus intereses, con el fin de ofrecerles resultados relevantes que puedan ser complementados con los servicios de publicidad que ofertan.
El único problema que veo es que el usuario realmente utilice esta potente herramienta y, en este sentido, me da la impresión de que no ha realizado una buena campaña de comunicación, para que los usuarios lo utilicen y las empresas lo valoren.
Por tanto, la batalla por la geolocalización aparece de nuevo, todos los jugadores han mostrado sus cartas y cada vez afinan más en sus resultados, pero no hay que olvidar que la decisión final de uso de las herramientas está en las personas y éstas cada vez son más exigentes y flexibles, por lo que lo que puede funcionar hoy, mañana no, aunque los datos ahí quedan; se trata de saber gestionarlos.
Nos espera un 2015 apasionante en el ámbito de la geolocalización y el geomarketing en Internet y aquí estaremos para contarlo, compartirlo y conversar con todos. ¡Feliz año nuevo!