A menudo me contactan algunos responsables de empresas para que dé una conferencia sobre motivación a sus empleados. Siempre les respondo lo mismo:
“La motivación no existe. Ni yo ni nadie podemos motivar a otros con palabras, pero lo que sí podemos hacer es provocar cambios en los comportamientos de las personas, para que encuentren el motivo para estar motivadas”.
Una de las piezas clave del liderazgo empresarial es saber motivar o provocar cambios en esas personas que componen la organización. Estos son, en mi opinión, los puntos principales para asegurar la motivación de las personas y evitar una posible fuga de talento:
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- Preocúpate por los empleados. Conocer cómo están emocionalmente y preguntarles sobre temas más personales que profesionales ayuda a fortalecer la confianza y genera mucha más fidelización, porque las personas se sienten acompañadas.
- Conoce sus sueños. Preguntar por sus propósitos y ayudarlos a conseguir sus sueños, ya sean personales o profesionales, generará más compromiso y nos ayudará a conseguir los objetivos marcados con más facilidad.
- Informa de las oportunidades. Explicar y compartir las oportunidades de crecimiento profesional que les afectan es otro de los puntos que contribuyen a la productividad y al crecimiento empresarial. Mostrar interés ayuda a generar más compromiso con la compañía y provoca cambios en los comportamientos para crecer y avanzar.
- Hazles saber cuál es tu posición. Comunicar y exponer las formas que se utilizan para ayudar a mejorar y qué herramientas de evaluación utilizaremos para avanzar juntos hacia la consecución de objetivos comunes. Este punto es importante porque también indica lo que se espera de ellos y cuál es nuestra posición al respecto.
De las palabras a los hechos
Después de compartir información y conocer el otro punto de vista, podremos pasar a la acción.
- Dar para recibir. No podemos esperar nada de los demás, si previamente no hemos dado lo que se espera de nosotros. Si damos primero, veremos que recibiremos más de lo que nos merecemos y mucho más rápido. Este punto ayuda a generar personas más fieles a otras o a la empresa, porque es motivo de orgullo para ellos pertenecer al equipo de trabajo y a la organización.
- Flexibilidad. El recorrido de cualquier departamento tiene que ser flexible. No es bueno que se establezcan procesos ni procedimientos muy exigentes. Hay que valorar la posibilidad de cambios en las metodologías para adaptarnos a todos los miembros del equipo. Este punto motiva a trabajar mejor.
- Escucha y habla con tacto. Las palabras dicen mucho más de lo que creemos, y es importante entender que cada uno de nosotros las puede interpretar a su manera. Saber comunicar con tacto implica cortesía, amabilidad y confianza hacia la persona receptora. Hay una gran diferencia entre oír y escuchar. Es de vital importancia aprender a escuchar lo que las personas quieren decirnos.
- Estimula. Pedir opinión estimula la creatividad y el ingenio. Dejar actuar según otros criterios ayudará a tener una visión más amplia. Todos tienen derecho a opinar. Estimular la iniciativa y el pensamiento crítico ayuda a sentirse parte de todo.
- Nuevos retos. Proponer retos accesibles produce una motivación extraordinaria en los demás, porque así pueden demostrar su valor. Los retos acompañados de objetivos activan a las personas mucho más rápidamente. Debemos tratarlos como profesionales y no como un simple número. Somos seguidos en la medida en que somos necesitados.
- Cuida la salud. Cuidar la salud mental, emocional y física de los empleados mejora el bienestar, el clima y la productividad de la compañía.
Ejerce un liderazgo consciente
Si recopilamos la información necesaria y actuamos en consecuencia, conseguiremos un liderazgo consciente, que nos llevará a que las personas que nos acompañan estén motivadas para seguir avanzando.
- Piensa en positivo. Si quieres motivar, piensa siempre en positivo. El día a día nos lleva a vivir situaciones que generan pensamientos negativos y que conducen, a veces, a arrojar la toalla. Nuestro estado mental y la comunicación con otras personas influye en los resultados.
- Manifiesta tu compromiso. El resto de personas tienen que percibir el compromiso adquirido por tu parte. Debemos demostrar a diario con nuestras acciones que caminamos firmemente y juntos hacia el objetivo común. Ese compromiso generará mucha más confianza y motivación al resto del equipo.
- Aplaude los avances. Elogiar los éxitos en público es de suma importancia para que las personas se sientan motivadas. De todas formas, este punto es delicado, ya que “aplaudir” demasiado se puede volver en nuestra contra.
- Desvíate y ayuda. Delegar algunas responsabilidades genera confianza en los empleados, hasta tal punto que llegarán a considerar algunas tareas mucho más interesantes de lo que son.
Si nos olvidamos de trabajar alguno de los puntos anteriores, seguramente tendremos un equipo que día a día está perdiendo los motivos para estar motivado. Y llegará el momento en que alguno de ellos decidirá abandonar la empresa y nos preguntaremos por qué.
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