Según el informe del Banco Mundial “Doing Business 2019”, España ocupa el puesto 30 del ranking mundial en cuanto a la facilidad para hacer negocios, en una clasificación liderada por Nueva Zelanda, Singapur y Dinamarca. Este informe anual, que cumple su decimosexta edición, evalúa las regulaciones que favorecen o restringen la actividad empresarial en 190 economías a través del análisis de diez indicadores.
Apertura de un negocio
El primer indicador registra los procedimientos que se requieren oficialmente o que se realizan en la práctica para que un empresario pueda abrir un negocio bajo la forma jurídica societaria y operar con él, así como el tiempo y los costes asociados. Además evalúa el capital mínimo que se ha de depositar en el inicio de la actividad. España se encuentra clasificada en el puesto 86 en este indicador que lidera Nueva Zelanda.
Permisos de construcción
Mide los procedimientos necesarios para que una empresa del sector de la construcción pueda edificar un almacén estándar, así como el tiempo y los costes asociados. También se mide el índice de control de calidad de la construcción. Encabeza la clasificación en este indicador Hong Kong (China), mientras que España figura en el puesto 78.
Obtención de electricidad
Procedimientos necesarios para que una empresa obtenga una conexión y suministro permanente de electricidad en un almacén de tipo estándar, teniendo en cuenta el tiempo y los costes asociados. Asimismo se evalúan la fiabilidad del suministro de electricidad y la transparencia de las tarifas. España aparece en el puesto 48 dentro de una clasificación liderada por Emiratos Árabes Unidos.
Registro de propiedades
Procedimientos que se necesitan para que una empresa pueda adquirir un bien inmueble propiedad de otra compañía, y transfiera el título de propiedad a su nombre, con el fin de utilizarlo para expandir su negocio, garantizar nuevos préstamos o venderlo a otra empresa. Se miden el tiempo y los costes necesarios, así como la calidad del sistema de administración de bienes inmuebles. Nueva Zelanda también encabeza este ranking en el que España ocupa la posición 58.
Obtención de crédito
Se mide el grado en que las leyes de cada país garantizan los derechos de acreedores y deudores, facilitando los préstamos, así como la cobertura, alcance, calidad y accesibilidad de la información crediticia disponible a través de determinados proveedores como, por ejemplo, los burós de crédito. España figura en el puesto 73 de este indicador, mientras que Brunéi y Nueva Zelanda comparten el liderato.
Protección de los inversores minoritarios
Se mide la protección de los accionistas minoritarios en caso de conflicto de intereses (contra el mal uso por parte de los directivos de la empresa de activos societarios para beneficio personal), así como los derechos de los accionistas en el gobierno corporativo. Aunque pueda sorprender, Kazajistán lidera este ranking en el que España figura en el puesto 30.
Pago de impuestos
El informe mide con este indicador los impuestos y las contribuciones de tipo obligatorio que una empresa de tamaño medio debe pagar anualmente y la carga administrativa asociada, así como el cumplimiento de los procedimientos posteriores a la declaración de impuestos. Hong Kong encabeza el ranking en el que España ocupa la posición 34.
Comercio transfronterizo
Se mide el tiempo y los costes (excluidos los aranceles) relacionados con el proceso logístico de exportación e importación de bienes. La buena noticia es que España lidera el ranking de este indicador a nivel mundial, aunque compartiendo esta posición de privilegio con otros 15 países, todos ellos europeos.
Cumplimiento de contratos
Se mide el tiempo y los costes necesarios para resolver una disputa comercial a través de un tribunal de primera instancia local, así como el índice de calidad de los procesos judiciales. Singapur es el mejor país en esta categoría donde España ocupa el puesto 23.
Resolución de la insolvencia
El último indicador se refiere a la evaluación del tiempo, coste y resultado de los procedimientos de insolvencia que afectan a las empresas locales de cada país, así como a la fortaleza del marco jurídico aplicable a los procedimientos de refinanciación y liquidación de las compañías. Japón lidera este último ranking en el que España figura en el puesto 19.
Como resumen se puede considerar que la posición relativa de España en cuanto a la facilidad para hacer negocios se refiere es discreta, con un descenso en el ranking general de dos puestos con respecto al informe anterior, y por detrás de países como Kazajistán (puesto 28) o Ruanda (29), lo que invita a tratar de mejorar el entorno regulatorio en el que los negocios se desarrollan.