Emilio Márquez: «El equipo vale mucho más que el modelo de negocio o el producto”

Emilio Márquez

Unos dicen que se encuentra entre los cinco influencers que deberían seguir los autónomos y otros que está dentro de las quince personas más relevantes en el mundo del emprendimiento y el liderazgo. Y es que los datos, como la prueba del algodón, no engañan. Emilio Márquez cuenta con 80.700 seguidores en Twitter, con cerca de 45.000 en Facebook y con casi 4.000 en su canal de Youtube.

Descubrió Internet durante la Expo de Sevilla, en 1992, antes de su democratización y vertiginosa eclosión. Desde entonces, ha tropezado, se ha caído, se ha levantado; ha vuelto a tropezar, a caerse y a levantarse tantas veces que casi ha llegado a perder la cuenta. Ello le ha permitido adquirir un conocimiento amplio y exhaustivo, que le avala como business angel y mentor de otros muchos emprendedores.

Emilio Márquez es actualmente CEO de La Latina Valley, un club de debates y negocio entre profesionales. Imparte clases en Google Actívate y tiene un conocido blog, desde el que comparte contenidos relacionados con los negocios digitales o las redes sociales, entre otros. Porque, como pionero del networking en Internet, lo suyo es compartir ideas y conectar personas.

– ¿Qué buscan unos profesionales en otros?

«Experiencias reales que ayuden a encontrar soluciones de negocio reales. En las escuelas se da mucha teoría, pero luego en la vida real hay problemas que requieren otro tipo de conocimiento. Pues bien, profesionales de distintos sectores a menudo se encuentran con las mismas dificultades. De ahí que intentemos solucionar problemas que, al final, son mucho más comunes de lo que la gente piensa».

Esas soluciones, a veces, se encuentran en torno a una mesa redonda que reúna a profesionales de diferentes empresas y sectores. Pero también pueden hallarse de manera más amena y desenfadada, sobre todo en estas fechas calurosas y veraniegas.

Por ello, el pasado 18 de julio La Latina Valley celebró el Karting & Networking, donde más de 100 directivos de alto nivel pisaron el acelerador a los mandos de unos karts mientras hacían negocios de forma distendida.

Y es que si redes sociales como LinkedIn están adquiriendo cada vez más protagonismo y amenazando con desbancar incluso a Facebook, lo cierto es que a la hora de hacer negocios resulta fundamental desvirtualizarse y ponerse cara, estrecharse la mano, abrazarse, hablar y escucharse en el tú a tú; café, refresco o cerveza mediante.

– Como emprendedor y «business angel», ¿qué resulta más fácil, emprender o invertir?

«Cada persona tiene sus habilidades. Yo soy mejor inversor que emprendedor. Lo cierto es que si emprendiendo he quebrado muchísimas veces, al invertir he tenido muy buen ojo para ver quién puede acabar teniendo éxito. Puede decirse que al Emilio Márquez inversor le ha ido mejor que al Emilio Márquez emprendedor».

«Como emprendedor hay que tener mucha cintura, saber adaptarse al mercado en tiempo real, entender perfectamente lo que ocurre alrededor… En cambio, como inversor hay que analizar si el emprendedor se ha rodeado de gente más inteligente que él. Ideas hay muchas y muy buenas. Lo complicado es ejecutarlas bien. Y en esa posibilidad es en lo que hay que fijarse».

– ¿Cuántas veces puede fracasar un emprendedor?

«En España tenemos la ley de Segunda Oportunidad, que desgraciadamente es poco conocida. Sobre todo depende de cómo se sea capaz de proteger el patrimonio. Yo he fracasado con más de seis startups y he vuelto a emprender. La verdad es que se puede estar emprendiendo durante toda la vida, porque emprender engancha, hasta el punto de acabar convirtiéndose en un emprendedor en serie».

Emilio Márquez piensa que España es un país de emprendedores, aunque por cuestiones de índole cultural no se vea bien el enriquecimiento y nunca se haya favorecido el emprendimiento.

– ¿Cómo valora el ecosistema emprendedor español?

«Está mejorando y con una salud cada vez más robusta. El bebé está naciendo con mucha fuerza. Siempre se ha emprendido y siempre se emprenderá, pese a que antes tenía un nombre menos cool. Ahora mismo en España tenemos mejores emprendedores, mejores inversores y mejores organismos, que entienden que hay que hacer las cosas profesionalmente. Todos tenemos las ideas mucho más claras que hace unos años».

Emprender es crear una empresa intentando trasladar a la realidad un modelo de negocio no testado y utilizando de forma intensiva la tecnología.

– ¿Cuáles son los sectores que más oportunidades de éxito ofrecen?

«Los relacionados con Internet de las Cosas, ciberseguridad, Big Data, inteligencia artificial, realidad virtual y, en definitiva, todo lo vinculado a la industria 4.0. Sin embargo, algunos trabajos que hoy en día no existen dentro de cinco años serán los más demandados. El peligro no son los robots, sino el algoritmo. Pero ese algoritmo, que sí destruirá empleos, lo tienen que crear los humanos».

– ¿Emprenden lo suficiente las empresas españolas?

«No. La tendencia la están marcando las compañías norteamericanas, que apuestan por el intraemprendimiento, es decir, que permiten a algunos empleados ir por libre para crear sus propias startups dentro de la empresa. Pero no es fácil aplicarlo en España, ya que la inmensa mayoría de las compañías son pymes, y el tamaño lo dificulta».

«En líneas generales, las empresas españolas emprenden poco, inventan pocos negocios nuevos y tienen reticencias a la obligada transformación digital».

Las grandes compañías que no se digitalicen serán engullidas, destruidas, aniquiladas. Y las pequeñas, no podrán competir.

– Las empresas que emprenden, ¿cómo lo hacen?

«En algunos casos, sobre todo si se trata de consultoras o de empresas de telecomunicaciones, crean pequeños fondos de inversión a los que suelen aportar entre 5.000 y 200.000 euros por emprender en algo relacionado con la matriz. Pero lo más importante es el equipo, que vale mucho más que el modelo de negocio o el producto».

– ¿Y existe alguna regla de oro para triunfar?

«Probar rápido y barato, y rodearse de un talento que entienda las nuevas tecnologías, que comprenda cómo funcionan las startups y los nuevos modelos empresariales».

«Captar talento es lo que marca la diferencia. Y, finalmente, también resulta fundamental encontrar la forma de usar las nuevas tecnologías para ser más productivos y eficientes, y llegar a más gente».

– ¿Qué consejos daría a las empresas en el uso de las nuevas tecnologías?

«Más importantes que las redes sociales son las herramientas colaborativas. Las hay de diseño, de comunicación interna y externa, de generación de documentos, de hojas de cálculo, de presentaciones, de compartir proyectos con la empresa y con grupos externos…»

– ¿Y las redes sociales?

«Son otra cosa, aunque es cierto que pertenecen a un ecosistema que debe conocerse y que hay que rodearse de gente que las entienda».

«En algunos casos habrá que usarlas como canal de atención al cliente, en otros como una herramienta de captación de usuarios… Pero lo más relevante de una red social es, precisamente, que sea social: hablar, atender, empatizar, entender… escuchar de manera activa«.

Ya casi al término de la entrevista, y ante la pregunta de si se considera un gurú de Intenet, Emilio Márquez respondió que ese término, por denostado, le da mala espina, así que prefiere no usarlo. Se limita a destacar que le gusta crear y compartir contenidos para ayudar a la comunidad.

– Desde sus inicios, en 1996, ¿cuál ha sido el principal cambio de Internet?

«El spam, la malignidad de mucha gente que quiere ganar dinero a costa de los demás».

El planeta en sí es una jungla. Internet solo refleja lo que es la sociedad.

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