Hace unos días se conoció cómo una gran entidad bancaria alemana había ingresado por error 6.000 millones de dólares a uno de sus clientes. Al mismo tiempo que se explicaba que la equivocación había sido humana, las redes sociales se llenaron de comentarios:
Tan solo un ejemplo de cómo funciona el mundo hoy. La digitalización es un proceso imparable en el que las grandes empresas están volcando grandes esfuerzos y recursos, y del que la pyme debe aprender errores y aciertos. La presión de las redes sociales, donde se airea en minutos cualquier ineficiencia de los canales de comunicación con los usuarios cuestionando su reputación, y unos ciclos tecnológicos cada vez más cortos tensionan esta transición. Y este exceso de celo por hacer bien las cosas está disparando el coste en calidad y testeado de las aplicaciones y el software, que ya representan el 35% de las inversiones de tecnologías de la información (TI), con previsiones de que en 2018 llegará al 40%.
Un coste demasiado elevado que evidencia ineficiencias: una excesiva presencia de los procesos manuales y falta de criterio en establecer prioridades. Esta es la principal conclusión del World Quality Report de Sogeti, Capgemini y HP, que recomienda un presupuesto para este área de no más del 30% del destinado a TI. Se trata de que las empresas accedan a los entornos de Internet, redes sociales, movilidad y nube con una visión más industrializada de reutilización y estandarización.
Qué es el testing y para qué sirve
Hace tiempo que la empresa asumió como esencial el testing y soluciones de calidad de las aplicaciones en el entorno de la digitalización. Según las 1.560 empresas entrevistadas para este informe, los cuatro objetivos prioritarios que persiguen estas inversiones son:
- Seguridad: 80%.
- Experiencia de usuario: 78%.
- Optimización de costes: 71%.
- Mayor calidad de las herramientas: 70%.
Estos son sólo algunos de los objetivos de esta práctica instaurada en la gran empresa, según explica José Luis Antón, director de QA y Testing de Sogeti, pero que cada día está más presente en la agenda pyme: «Muchas startups tienen esta preocupación en su ADN, pero lo importante es que cada empresa evalúe la atención que debe prestar. Si su negocio está expuesto a Internet, a dispositivos móviles y, por supuesto, si es comercio online, debería tenerlo muy presente».
Sectores más sensibles
La pérdida de negocio, clientes y reputación forman el triunvirato de preocupaciones de cualquier empresa. Sin embargo, hay sectores que muestran una mayor sensibilidad a estos factores en su transformación digital. Según el informe de Sogeti, los que están invirtiendo en QA y testing por encima del 35% son:
- Telcos, medios de comunicación y entretenimiento: 38%.
- Banca y seguros: 37%.
- Tecnológicas: 37%.
Recomendaciones clave
Desde Sogeti se alerta sobre «la falta de madurez y eficacia del modelo para abordar esta disciplina». Con el objetivo de reconducir su coste al recomendable del 30% del presupuesto general de TI, se lanzan las siguientes recomendaciones:
- Focalizar el QA&testing en la experiencia del usuario y las garantías empresariales. «Esta área debe estar al servicio del negocio y no de la medición de los típicos KPI técnicos», explica José Luis Antón.
- Procesos de implantación largos versus procesos cortos. Las empresas deben asumir que la velocidad de la digitalización obliga a la implantación y relevo de tecnologías en espacios de tiempo cada vez más cortos. Ante la imposibilidad de combatir esta imposición, se recomienda abordar los proyectos con técnicas de gestión ágil y establecer puentes de comunicación, colaboración e integración entre los desarrolladores y la empresa.
- Industrialización del QA&testing. Desde el primer momento de su implantación y de forma continuada, no atendiendo las necesidades puntuales con actuaciones aisladas. Hay que buscar la eficiencia del equipo.
- Uso de análisis predictivo para priorizar la actividad del testeado. Para trabajar de un modo eficiente, es necesario centrar el esfuerzo en las áreas más sensibles: ¿dónde se comunican más clientes?, ¿dónde se genera más dinero? o ¿dónde se requiere más seguridad?
- Continuar creciendo en la automatización, pero con estrategia. Hay que buscar patrones y estandarizaciones que favorezcan una gestión efectiva en términos de tiempo/coste, siempre trabajando por la mejora de la calidad del servicio al cliente final.
- Construir las capacidades de virtualización y cloud testing, dos modelos de actuación que permiten abordar las tareas de QA&testing con un menor consumo de recursos.
- Expandir las habilidades de los equipos. Para dar respuesta en los plazos que están imponiendo los clientes y los ciclos de innovación es básico que el equipo combine los conocimientos técnicos con los de la funcionalidad de las aplicaciones en las que trabajan.
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