El comercio electrónico español en cifras

El comercio electrónico español presentó sus credenciales oficiales hace muy pocos días. Como sucede cada año, en un canal tan apasionado como la Red, hemos podido leer todo tipo de análisis. Pasadas las primeras reacciones, creo que es importante hacer un análisis en frío.

El Estudio anual sobre comercio electrónico B2B 2012, que firma el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), nos permite medir la distancia entre la especulación del gurú y la realidad del usuario. El reto del operador está en interpretar la tendencia y adaptarla al uso real que del comercio electrónico hacen los usuarios. Anticipar es la clave, hay que preparar nuestras tiendas frente al cambio continuo con que Internet tensiona todos los negocios. Para empezar conozcamos los datos:

 

Este dato, que levantaría admiración en cualquier otro sector, ha sido recibido con cierta frialdad. Aunque queda lejos de los datos del año anterior, lo cierto es que el comercio electrónico no puede vivir ajeno a la atonía general del consumo. Su facturación ascendió a 12.383 millones de euros, la gran incógnita es saber qué porcentaje de estas ventas le corresponde a las plataformas pyme.

 

El sistema sigue incorporando nuevos consumidores a razón de 5 puntos con respecto al año anterior, sin duda una de las mejores métricas del año: 15,2 millones de los 27,2 millones de internautas.

 

Supone una bajada del 1,4% sobre 2011. Ya lo comentábamos, ni el comercio electrónico puede mantenerse al margen de la prudencia compradora instalada entre los españoles.

 

Poco a poco el sistema va fidelizando a sus usuarios. En 2012 el número de veces que un mismo internauta compró por Internet subió en más de un punto.

 

Esto hace indispensable que nuestras webs se adapten a estos soportes. De momento, 2,1 millones de españoles lo hicieron en 2011.

 

Éste fue el perfil medio del internauta comprador en 2012. Si bien hay que señalar que el género no parece un rasgo definitorio (el 47,4% son mujeres), es cierto que son los hombres los que marcan el camino: en los tramos de edad         inferiores y superiores a la media, son ellos los que están siendo más activos (suponen el 59,9% de los nuevos compradores).

 

Una práctica cada vez más común entre los españoles, en el 89,3% de los casos lo hace en busca de un mejor precio.

 

Y además crecieron con rotundidad: en 7,8 puntos porcentuales. Le siguen las webs del fabricante (44,4%) y las empresas que combinan tienda física y virtual (36,1%). Los sitios de bonos descuento alcanzan el 26,8% de las ventas, aupadas por compradores menores de 50 años residentes en grandes ciudades.

 

Los no compradores argumentan no hacerlo en el 78,4% de los casos por los gastos de envío y en el 69,3% porque prefieren ver el producto en tienda.

 

Sin embargo, el 74,3% de los compradores online asegura que las redes sociales siguen sin tener un papel activo en el proceso de compra.

Por último, me gustaría señalar la evolución de los medios de pago, la fase de la compra online que en tantas ocasiones se convierte en cuello de botella. Los datos de 2012 confirman que, aunque aún dominantes con el 62,9%, las tarjetas van cediendo terreno: descendieron 3,3 puntos. Mismo peso que ganaron las plataformas de pago exclusivamente electrónico (PPEE), que están llamadas a seguir creciendo en la medida en que ganen la confianza del consumidor y abaraten comisiones,  ya suponen el 14,9% del sistema. El otro medio en claro avance es la tarjeta prepago, aún con una cuota residual de 7,2%, pero con un crecimiento anual de cuatro puntos.

Foto @Horia Varlan, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

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