Si existe, por qué no coger el atajo. El drop shipping ya ha dado mucho que hablar y, sin duda alguna, oiremos mucho más en los próximos años. En su aplicación a la venta online, se trata de un modelo de comercio minorista para el que no es necesario gestionar el stock de tienda ni la logística del envío, sin duda dos de los procesos más complejos y caros en cualquier tienda online, que en este caso son asumidos por el mayorista y su proveedor. Esas peculiaridades convierten al modelo en una forma rápida y económica para empezar a vender en la Red.
Las opiniones de este formato importado de los Estados Unidos acostumbran a ser muy extremas. Basta con hacer una búsqueda para encontrar detractores y apóstoles, pero lo cierto es que su popularidad crece. De ahí que parezca conveniente familiarizarse con el concepto y, ¿por qué no?, valorarlo como una alternativa de emprendimiento.
Según un reciente estudio, existen en España 85.000 operadores de ecommerce, cifra que por fin nos acerca a la realidad estadística del sector español, y que conocemos gracias al estudio de la plataforma Xopie, en colaboración con BBVA, titulado «Tiendas online en España». La cifra da idea de la magnitud de la competencia, que además debemos valorar en un contexto global, pero también del número de emprendedores españoles que en los últimos años está probando suerte en el sector.
En este contexto el drop shipping (o drop shipment) emerge como un efectivo modelo de aprendizaje para aquellos emprendedores que necesitan curtirse. Una forma rápida para operar, minimizando el riesgo y sobre la que poder construir propuestas de mayor valor añadido. Pero veamos cómo funciona.
Ventajas
En este acercamiento hemos contado con David Vega, CEO de DropShipping Webs, una de las plataformas españolas de referencia en el sector. Partiendo de que cada operador ha desarrollado una oferta diferencial, Vega desgrana algunas de las ventajas comunes al sistema:
- Centrarse en la venta. Al liberarse del stock y la logística, el gestor puede dedicar mayor atención a la venta y el marketing, labores que generan más valor y que deben compensar el coste derivado de la contratación de los servicios citados. Hay que tener en cuenta que se trata de un negocio de volúmenes: a mayores ventas, más margen comercial y mayor posibilidad de competir por precio.
- Ahorro de costes. En especial de los liberados por el alquiler de almacén y la logística.
- Amplia selección de producto. Aunque Vega señala «las dificultades para encontrar proveedores de drop shipping», también destaca la gran variedad de producto ofrecido. Una variedad que hay que enmarcar en el segmento de mercancía masiva y económica. Para los interesados en la venta de producto con posicionamientos medio-medio o medio-alto, en moda, por ejemplo, habría que circunscribirse a operadores de outlet. En el caso de perfumería y cosmética la oferta sí que es más amplia, al igual que en los productos tecnológicos, dos segmentos muy competitivos en los que la decisión de compra llega muy marcada por el precio.
Recomendaciones
Algunas de las pistas aportadas por David Vega para tener éxito en la estrategia son:
- Especialización: «El operador drop shipping debe descartar posicionamientos más generalistas e identificar «micromercados» donde su oferta sea más competitiva».
- Ubicación. «Dónde voy a vender». Básicamente tenemos dos opciones: abrir una tienda, normalmente alojada en una de las plataformas que operan en el sistema; o utilizar canales ofrecidos por plataformas tipo Amazon. Sin embargo, nada está escrito, el emprendedor puede dcidirse por opciones que le aporten mayor independencia.
- Diferenciación: «No hagas lo mismo que los demás», aconseja Vega. Las políticas de devoluciones (ampliar el plazo), el diseño de tienda, la forma de mostrar el producto o las explicaciones y descripción que acompañan a cada uno pueden ser formas accesibles para conseguirlo.
- Combinación de proveedores. «No hay que quedarse con lo primero que nos ofrecen». La selección de los proveedores es, sin duda, uno de los puntos críticos. Partiendo de que nunca los podremos tener en exclusiva, quizá sí podamos conseguir un efecto diferencial buscando unas nuevas asociaciones entre productos que aporten utilidad al cliente final, por ejemplo, una tienda de alimentación étnica que agrupe los productos por recetas.
- Marketing. «Parece una obviedad, pero en la práctica vemos que muchos se resisten a hacerlo», explica Vega. Si una de las ventajas del drop shipping es una menor inversión inicial, por qué no destinar fondos a unas campañas que acorten el tiempo de contacto con el cliente. Además, invertir en SEM (Search Engine Marketing) puede ser una buena idea para testar la usabilidad de la tienda y el gancho del mix de producto. Una buena lectura de las métricas será de gran utilidad para optimizar la tienda. Para los emprendedores de bolsillo estrecho siempre quedan los imprescindibles blog y redes sociales.
El papel de la marca
«Vamos a invertir lo mínimo, siempre que sea lo necesario para poder vender». David Vega explica con sinceridad que «el retorno es variable e, incluso, puede que no llegue». Por ello insiste en la importancia de actuar con un plan establecido, informarse y asesorarse. Un proceso que debe estar acompañado de cierto pulmón financiero para que la espera de resultados se pueda abordar con la aconsejable paciencia.
Otras de sus consideraciones es la importancia relativa de la marca. La mayoría de estas tiendas va destinada a un mercado masivo en el que el precio es su mayor valor, por eso, al menos en una primera etapa, puede ser más importante centrarse en dar visibilidad al ecommerce, disponer de una buena oferta y transmitir seguridad que construir valores de marca. En cualquier caso, lo importante es tener una estrategia propia.
Foto: LendingMemo