Todos sabemos que los smartphones y otros dispositivos móviles han revolucionado el mercado del consumo y del entretenimiento de los usuarios. Se ha convertido en el medio ideal para jugar, leer la prensa, ver programas de televisión, comunicarnos…
Ya hemos hablado en este blog sobre la importancia de conocer las opciones que tienen las empresas para conectar con su audiencia a través de este canal: aplicaciones móviles (app), juegos corporativos, webs móviles, marketing de proximidad…
Para todos aquellos que nos dedicamos al marketing, el universo móvil nos ha abierto la puerta a un mundo plagado de posibilidades y nos ha otorgado un enorme poder para llegar a una nueva generación de consumidores.
Pero como dijo el abuelo de Peter Parker en Spiderman, un gran poder exige una gran responsabilidad. Y nuestra responsabilidad como consultores en marketing digital consiste en ofrecer experiencias positivas a los destinatarios de nuestras campañas de comunicación, convirtiendo usuarios en clientes y aumentando su grado de compromiso con la marca.
Dos de los errores más habituales que cometen las empresas cuando se aventuran a experimentar con el marketing móvil son:
Pensar que el usuario móvil espera lo mismo que el usuario de ordenador
En la actualidad, la gran mayoría de aproximaciones que hacen las compañías a los entornos móviles consisten en adaptar su web al nuevo tamaño y ofrecer las mismas posibilidades y funcionalidades que ofrecen en otros medios.
Una web móvil debe ofrecer al usuario experiencias diferentes y ha de aprovechar las características propias de este canal. Está claro que el usuario móvil espera ver las cosas de un modo más sencillo en una pantalla más pequeña, con un tamaño de letra apropiado y una navegabilidad óptima.
Además, el hecho de dar el salto de una web móvil a una app va a permitir a la empresa ofrecer experiencias nuevas gracias a la geolocalización, por ejemplo, pudiendo mostrar al usuario contenidos relacionados con la ubicación donde se encuentra.
La clave está en simplificar al máximo, mostrando al usuario aquello que verdaderamente le importa, la información que va a resultarle valiosa.
Lanzar una app sin un plan de marketing
Nos hemos cansado de escuchar el abrumador número de descargas que registran las principales stores, tanto la de Apple como el Google Play de Android. Pero no debemos caer en el error de pensar que por subir nuestra app a una de estas tiendas, las descargas llegarán solas. Parece obvio pensar que un lanzamiento así requiere de un estudiado plan de marketing.
Para que nuestra app tenga el éxito que deseamos, es imprescindible contar con el apoyo, por ejemplo, de nuestro portal web corporativo y de las redes sociales. Aquella persona que acabe en nuestra web (o en una landing page creada a tal efecto) debe verse irremediablemente atraído a acceder a la tienda de su móvil y descargarse nuestra app. Para ello, tenemos que construir un entorno que propicie esa acción: imágenes, contenidos, opiniones, etc.
Además, si queremos que nuestra app acabe instalada en los móviles de los usuarios, deberemos conocer los entresijos de este tipo de stores, cómo organizan las categorías de aplicaciones, qué criterios utilizan para posicionarlas, la importancia que dan a los contenidos y a los comentarios…
La clave está en emplear todos los canales digitales con los que contemos para informar a nuestros visitantes de que hemos desarrollado una fantástica app que merece la pena ser descargada.
Está claro que el marketing móvil es el presente y el futuro, pero no dejemos el éxito de nuestra campaña en manos de la improvisación y la suerte. Dedicar tiempo a la planificación y al desarrollo es clave.
Imagen @Fey Ilyas distribuida con licencia Creative Commons BY-SA 2.0