Un blog es una herramienta, que dentro del marketing de contenidos puede dar muchas satisfacciones a tu negocio: puede ayudarte a vender más, puede llevar más tráfico a tu web, atraer nuevos clientes, ayudarte a fidelizar a los que ya tienes… Ahora bien, como en todo en esta vida, no todo vale. Por ello:
- Huye del autobombo: que tu blog sea corporativo no quiere decir que sea una herramienta promocional pura y dura. Evita el autobombo y el egocentrismo corporativo y piensa en tu audiencia, en tus lectores y en tus potenciales clientes. No eres tú, son ellos. El autobombo queda reservado a limitadas ocasiones y siempre, en cualquier caso, con una razón de ser y mucha coherencia.
- Crea buen contenido adaptado a los intereses de tu público: la clave está en generar un contenido que pueda interesar o resultar de alguna utilidad a quienes concretamente te quieres dirigir, porque son los que un día te pueden comprar. Define bien cómo es tu público objetivo y qué temas le preocupan o le interesan.
- No esperes resultados inmediatos: el blog no es una herramienta pensada para conseguir resultados meteóricos, sino más bien a medio o largo plazo, y a base de calidad, constancia y regularidad. Eso sí, los resultados suelen ser mucho más sólidos.
- Humaniza tu negocio: aprovecha el blog para humanizar tu negocio, enseña la trastienda de tu marca, implica a las personas que trabajan contigo y que son parte de tu negocio. Da “vida” y una “forma de ser” a tu blog, acorde con la de tu negocio.
- Ten presente que el objetivo no es la venta directa: ¿un blog puede conseguir que vendas más? Sí. ¿Puede hacerlo directamente? No. frente a otras estrategias más agresivas y aunque tu intención sea vender más, debes tener claro que el blog no es una herramienta de venta directa y, menos aún, en una primera fase, mientras no te hayas ganado la confianza de tus lectores/posibles clientes.
- Interactúa, crea debate y conversación: la esencia de un blog y de la web 2.0 está en compartir y en establecer una comunicación bidireccional. El mayor éxito de un blog, más allá de las visitas, es el nivel de interacción y el engagement que consigas generar. Busca siempre la conversación, entabla diálogos con tu audiencia.
- Cuida a tu comunidad: la comunidad de un blog es un tesoro. No es fácil de conseguir, no ocurre de la noche a la mañana, pero cuando la tienes, por pequeña que sea en un principio, debes cuidarla. Las personas que forman parte de tu comunidad no son solo las que, seguramente, te comprarán, sino las que además te recomendarán.
- Mide y toma nota para mejorar: lo que no se mide no se puede mejorar. Así de sencillo. Analiza lo que estás haciendo, qué gusta más, qué gusta menos, y por qué. Y toma buena nota de los comentarios, las quejas, las sugerencias para reaccionar y mejorar. Un blog es un canal muy interesante para conocer mejor a tu público objetivo que, no lo olvidemos, son clientes y potenciales clientes.
- Habla el lenguaje de tu audiencia y sé cercano: evita los tecnicismos y dirígete a tu audiencia en su propio lenguaje. Apostar por la cercanía, por hablar de tú a tú, es la mejor fórmula para conectar con quien está al otro lado.
- Marca la diferencia: no tienes que hacer lo mismo que hace todo el mundo. Está bien ver qué es lo que hace tu competencia e incluso buscar inspiración, pero si quieres que tu marca sea única, se trata de que tu blog también lo sea. ¿Cuál es el valor añadido de tu marca? ¿Cuál es el valor añadido de tu blog? No tengas miedo a marcar la diferencia. Siempre puedes jugar la baza de probar y, si no funciona, a otra cosa. De los errores también se aprende, pero no te cierres directamente ninguna puerta. Experimenta.
Y tú, ¿cuáles crees que son las claves del éxito de un blog corporativo?
Imagen: photologue_np, distribuida con licencia CC BY 2.0