Todo apunta a que en 2015 la fiebre del Big Data seguirá su imparable curso. Las empresas destinarán cada vez más y más recursos a la analítica, a la obtención de información. Pero tener más datos no significa que estemos más preparados para desenvolvernos en el mercado. La obtención de cifras requiere una interpretación; de lo contrario, sufriríamos algo así como un ‘síndrome de Diógenes digital’.
A las pymes les interesa el Big Data, cierto, pero hay que hacerlo pequeño. Quedarnos con los datos que nos interesan y dejar de perder el tiempo y el dinero en la obtención de información inútil. Las pequeñas empresas tienen una ventaja, y es que su tamaño las permite un mayor control del entorno en el que se mueven.
El punto de partida es nuestra propia página web, donde herramientas tan accesibles como Google Analytics pueden ayudarnos a elaborar una estrategia que refuerce verdaderamente nuestra presencia online. Conocer al visitante es sinónimo de éxito. A mayor segmentación, mayores probabilidades de conversión. Las acciones orientadas al usuario funcionan. Solo hay que echar un vistazo al auge del retargeting, que puede aumentar el interés por nuestros productos enormemente.
En el artículo anterior nos centramos en el porcentaje de rebote, un gran indicativo del éxito de nuestra web. Esta vez, añadimos a éste otros datos sumamente importantes que nos ayudarán a tomar la decisión adecuada en nuestra estrategia online: Adquisición, Comportamiento y Conversión del usuario.
Adquisición
Google Analytics nos permite generar informes que ayudan a mejorar el contenido de nuestro sitio para que las expectativas de los visitantes se cumplan. La herramienta de analítica del buscador parte de la idea de adquisición, es decir, cómo captamos nuevos usuarios. Para ello nos fijaremos en los siguientes datos:
- Sesiones. Una sesión es el período durante el cual un usuario interactúa con nuestro sitio web. Al hablar de nuevas sesiones nos referimos al porcentaje de visitas realizadas por primera vez, es decir, por usuarios nuevos.
- Canales. Son las fuentes de tráfico más comunes. Un usuario puede llegar a nuestra web por muchos canales, desde una simple búsqueda orgánica hasta un clic en un anuncio de display. La procedencia de los usuarios nos indica cuáles son las fuentes de tráfico más efectivas.
- Tráfico. El origen del tráfico que recibe nuestra página nos ayudará a optimizar mejor nuestra web, para que sea más fácil de encontrar. También nos proporcionará algunas pistas en materia de orientación publicitaria.
Comportamiento
Una vez que nuestra web ha adquirido usuarios, debemos preocuparnos por saber cómo es su comportamiento en nuestro sitio. Es aquí donde entran en juego aspectos tan importantes como la tasa de rebote o la duración media de las sesiones.
Un usuario puede visitar una o más páginas durante una sesión. Además, la duración de la visita no siempre es la misma. Estamos analizando en este caso la frecuencia, donde el promedio de páginas vistas puede reportarnos datos muy relevantes sobre el comportamiento de los internautas. Por ejemplo, si una determinada página de destino tiene una tasa de rebote muy alta (el usuario abandona el sitio sin interactuar), no sería mala idea volver a redactarla o diseñarla para que cumpla con los objetivos establecidos.
Conversión
Después de la adquisición y de observar el comportamiento de los usuarios, viene la gran pregunta: ¿hemos logrado la conversión? Analytics también tiene respuesta para ello. Si un usuario completa un objetivo, el programa lo registra como conversión.
Pongamos el ejemplo de un usuario que, tras ver varias páginas de nuestro sitio en una misma sesión, decide suscribirse a nuestro boletín. Eso sería entonces una conversión de objetivo.
Si tenemos una tienda online, hablaríamos de conversión precisamente cuando se realiza una transacción.
Lo mejor es que nosotros mismos podremos definir objetivos en Google Analytics, para que el programa realice un seguimiento exhaustivo. Si los objetivos se cumplen, la eficacia del sitio estaría demostrada.
En resumen, podemos decir que el Big Data debe ser bien entendido. Todas las empresas, a mayor o menor escala, pueden obtener información interesante para su negocio. Lo difícil no es la obtención de datos, sino la interpretación. Google Analytics puede decirnos pormenorizadamente qué pasa en nuestra web o en nuestro comercio electrónico, pero debemos ser capaces de ver más allá de las cifras, establecer objetivos y estudiar el comportamiento de los usuarios. No se puede diseñar la web perfecta; es necesario construirla cada día con los datos de los que disponemos.
Foto: Michael Gray