Cuando los bitcoins fueron lanzados en 2009 no fueron tomados en serio por la banca, pero las cosas han cambiado y las criptomonedas están formando un futuro diferente que nos afectará a todos.
Recientemente el poderoso Banco Internacional de Pagos (Bank for International Settlements – BIS) dio a conocer que estaban buscando asesores para crear monedas digitales de bancos centrales (CBDC).
En otras palabras, algunos bancos centrales (los bancos emisores) han venido evaluando desde hace un tiempo los pros y contras de tener su propia moneda digital, algo así como un Bitcoin pero controlado y centralizado por el sistema financiero gubernamental.
Algunos analistas creen que estas monedas digitales (CBDC) pueden arriesgar el papel de los bancos comerciales pudiendo eliminarlos como intermediarios. Y por ello el llamado que hacen a la banca es a modernizarse.
Además, algunas entidades internacionales como Facebook con su criptomoneda Libra y los anuncios del gobierno chino de lanzar su propia CBDC son un llamado a la acción que ha acelerado este proceso.
Riesgos e iniciativas
Pero las criptomonedas y la banca tradicional nunca han estado en buenos términos, al menos en el inicio eran polos opuestos, uno es un sistema descentralizado que depende de sus usuarios mientras el otro es un sólido sistema central.
Además, lo peor para la banca es la terrible inestabilidad de las criptomonedas, con caídas constantes, en contraste con los bancos que buscan es un sistema seguro y confiable.
Pero hace un tiempo surgió un nuevo camino, justo en la mitad, y se trata de las stablecoins, o monedas digitales estables.
Para alcanzar dicha estabilidad las stablecoins usan varios métodos. Algunas son colateralizadas, es decir están asociados a un valor externo como a una moneda tradicional como el dólar, este es el método de la JPM Coin, la moneda de JPMorgan.
Otras stablecoins usan recursos externos y sobre ellos basan su valor como el caso del G-Coin que usa el oro. Otras en cambio se basan en algoritmos para mantener su valor bajo control.
La revolución de las monedas digitales sigue en movimiento y lo crucial para la banca será el nuevo papel que cubrirán en esta tendencia, ya sea como billeteras que reciban criptomonedas o como casas de cambio o nuevos modelos que están en desarrollo. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que será interesante.