Aunque pueda parecer lo contrario, cambiar una mesa de oficina por una en tu casa no es sencillo. La mayoría de trabajadores que se enfrentan al teletrabajo por primera vez experimentan algún tipo de duda o de dificultad. Esta lista de consejos te ayudará a teletrabajar mejor.
1. La rutina es tu aliada
«Cuando voy a la oficina, me levanto a las seis. Y aunque cuando teletrabajo el despertador no suena siempre tan temprano, procuro que nunca pase de las siete. Si trabajas desde casa, hay que ser extraordinariamente disciplinado, responsable y constante. Por eso es fundamental que mantengas tus rutinas para no desestructurarte” así define Virginia Soto, que trabaja en comunicación para Telefónica, la principal prioridad a la hora de teletrabajar. En su caso, la mayoría de los días trabaja desde su domicilio y solo uno o dos veces a la semana acude a las oficinas centrales. “Al final, lo más efectivo es tratar de mantener un horario de trabajo muy similar al que realizarías si vinieras a la oficina”.
Es normal que al comenzar a teletrabajar surja un poco el caos aquí y allá: levantarse a las cinco de la mañana para terminar algo o al contrario, tratar de adelantar tareas a las 12 de la noche. Lo fundamental es evitar cualquier tipo de caos o irregularidad, fijar un horario y solo salir de él en momentos y circunstancias extraordinarias.
2. Delimitar un espacio
En mi caso, convivimos tres personas en un piso muy pequeño y no dispongo de una habitación que haga las veces de oficina. Con todo, he delimitado dos únicos lugares de trabajo: la mesa del salón y la cama (que sé que no es lo ideal, pero es lo que uso cuando tengo que hacer algo que no puede esperar y no queda más remedio porque el salón esté ocupado)
“Fijar un espacio físico fue importante cuando trabajaba solo en mi casa todos los días”, nos explica Carlos Rebato, también trabajador de comunicación en Telefónica y con una dilatada experiencia trabajando desde casa “Es psicológico, no puedes tenerlo todo mezclado, el ocio y el trabajo”, nos cuenta. “En mi caso, porque tengo la posibilidad de hacerlo, moví todo el ocio al salón y todo el trabajo al despacho”.
3. Familiarízate con las técnicas de productividad adecuadas
Si eres amigo de Planner o Trello, ya tienes mucho terreno ganado. Si no es tu caso, te comparto algunos trucos muy sencillos. Yo por ejemplo siempre empiezo el día eligiendo dos o tres tareas complejas que completar y procuro no cerrar el ordenador sin haberlas concluido. Además de marcarte plazos, puedes empezar a funcionar por OKRs, regirte por el Principio de Pareto o experimentar con la técnica Pomodoro, con la que trabajarás en períodos intensos, breves y concentrados.
4. Párate a pensar antes de posponer o cancelar una reunión presencial
¿Estás seguro de que esa reunión no se puede trasladar a un entorno online? “Puede ser tentador posponer las cosas mientras se trabaja a distancia. Pero los equipos que funcionan bien en remoto encuentran maneras de hacer casi todo en un entorno virtual”, explica Lily Zheng, director de Microsoft en China, en un interesantísimo post sobre sus aprendizajes sobre continuidad de negocio durante la crisis del coronavirus.
5. Programa pausas y descansos
Aunque parezca contraintuitivo, cuando desempeñas tus tareas en remoto tu mayor enemigo no es la dispersión, sino muchas veces el exceso de concentración. Nadie te toca en el hombro para preguntarte algo ni te invita a tomar un café para que descanses un rato. “Cuando me quedaba en casa, a veces me concentraba tanto que se me pasaba la hora de ir a buscar los niños al colegio y tenía que salir pitando”.
Por eso, levántate de la silla, descansa, estira, haz pausas y relájate como si estuvieras desempeñando tu labora de forma presencial.
6. Quítate el pijama
Te puede parecer una obviedad, pero después de unos cuantos días en casa puede ser tentador quedarte con el pijama y las zapatillas de estar por casa. Vístete, aunque sea con ropa cómoda. No hace falta que te pongas un traje, pero es importante que te asees y que estés presentable como si fueras a tomarte algo con un amigo. Esto también es relevante con respecto al siguiente consejo.
7. Cuídate (y mímate) mucho.
Si te parece que tu vida es sedentaria, lo más normal es que esta se detenga un poco más cuando teletrabajes. Ya no hay desplazamientos en el metro, idas y venidas a los coles o paseos entre edificios entre reunión y reunión. Pero eso no significa que no puedas cuidarte. Come bien. Y, en la medida que puedas, haz algo de ejercicio. Aunque no sean imprescindibles, unas mancuernas o unas gomas elásticas ocupan poco espacio, son baratas y fáciles de encontrar.
Yo tengo, por ejemplo, una máquina compacta de remo, colchoneta y un juego de pesas de distintos tamaños, que me permiten tanto hacer ejercicio aeróbico como entrenar la fuerza en el mismo salón en el que trabajo.
8. Conecta con otros
No salir de casa puede producir a muchas personas sensaciones de estrés o angustia, sobre todo si tenemos que cumplir un plazo con niños rondando. Además, no salir del domicilio también puede producir sentimientos de ansiedad o aislamiento. Pero no estás solo.
No se trata solo de que llames a un compañero. Es importante también que lo veas, que utilices las videollamadas, herramientas como Teams o Workchat te permiten hacerlo, poner cara a los compañeros.
También puedes utilizar redes sociales corporativas como Workplace para resolver tus dudas o contactar con otros compañeros. “El influjo de la comunidad es potentísimo”, explica Leticia Bevilaqua, jefe de Account Management para el mercado EMEA de Workplace. “A veces te envía un mensaje de ánimo o te resuelve un problema alguien a quien ni siquiera has visto y desarrollas con estas personas más vínculos que con compañeros que se sientan a dos mesas de ti. Es el poder de la empatía y del interés compartido”.
Imagen: Avel Chuklanov