Septiembre está a la vuelta de la esquina y los días de descanso pueden ser propicios para pensar y arrancar el último tercio del año con nuevos métodos para mejorar tu productividad.
Desconectar para reconectar: esa es la idea de las vacaciones. Y es en estos momentos de descanso cuando podemos repasar nuestra organización y repensar nuevos hábitos que nos ayuden a mejorar nuestra eficiencia en el trabajo.
Sacar más horas al día es imposible, pero aprovechar mejor el tiempo y organizarte de manera que puedas cumplir con todo, incluido tus momentos de ocio, sí que es factible.
En este post te propongo un poco de organización, ejercicios de planificación, hábitos, mentalidad y análisis para sacar mayor rendimiento a tus horas de trabajo.
Apaga el ruido de Internet
Casi te diría que es el principal objetivo que debes marcarte al empezar el día para mejorar tu productividad. Uno de los principales obstáculos al que nos enfrentamos es el ruido, entendido como la ingente cantidad de información a la que nos enfrentamos y que nos dificulta la atención en nuestras tareas.
Son ladrones de tiempo que llaman nuestra atención para justamente conseguir lo contrario, distraernos y dispersarnos. Son las redes sociales, los blogs, los portales de información, los vídeos o los correos electrónicos.
Si eres de los que comienzas con una taza de café y mirando Internet “a ver qué dicen”, lo más probable es que pierdas un tiempo valioso sin haber hecho nada.
Trabaja con una semana de anticipación
Aprovecha los viernes para planificar la semana que entra. Marca las reuniones, tareas, fechas importantes, proyectos que cumplen, etc., y planifica tu horario, incluso tus descansos. ¿Por qué no? Si te marcas que los miércoles por la tarde no trabajas, llévalo a cabo. Te ayudará a cumplir con tus objetivos.
Hay quien planifica con un mes por adelantado. En temas como redes sociales, puede venir muy bien, pero en otros, quizás, nos veamos desbordados por el día a día.
Con las planificaciones semanales siempre tienes más margen de maniobra para modificar cosas, sin que resulten un engorro los cambios.
Limita tu asistencia a las reuniones virtuales
Desde la pandemia, las reuniones virtuales han venido para quedarse, pero tenemos que poner límites y no solo de tiempo. Marcar hora de comienzo y fin es casi una obligación, pero convocar solo a las personas que estén relacionadas con el tema en cuestión, debería ser otra.
Cuanta más gente tengamos al otro lado de la pantalla, más caótica será la reunión, más se divagará y más probabilidades de perder el tiempo habrá.
Pregúntate cuándo eres más productivo
Seguro que has oído que levantarte a las 5 de la mañana para adelantar trabajo es una manera de aumentar tu productividad, pero ¿y si madrugar no va contigo? No todo lo que le funciona a los demás tiene que hacerlo contigo.
Piensa cuándo eres más productivo, en qué franja horaria sacas más trabajo adelante y te sientes más concentrado y cuando lo tengas claro, muévete por ella principalmente.
Construye tu propia rutina
Tener una rutina ayuda a centrarte en tus tareas, el problema es que, en ocasiones, no tenemos tipificada esa rutina. Y por rutina entendemos tareas que se realizan repetitivamente casi todos los días.
Ayuda mucho tener una lista de tareas repetitivas. Trello o Asana son herramientas que puedes utilizar para este proceso.
Trabaja por listas de tareas
Querer hacer todo a la vez es la mejor manera de desbordarse y bloquearse. Contar con una lista de tareas y marcarse tiempos para llevarlas a cabo es una buena manera de ir cumpliendo con objetivos.
Si sabes que los martes envías tu newsletter, ese mismo día puedes generar el contenido y su difusión. Consiste en marcar las tareas y elaborar listas para cada una de ellas.
Desglosa las tareas importantes en tareas más pequeñas
Es una manera de priorizar y un apéndice de la anterior. Hay proyectos de más envergadura, que contemplan varios equipos y líneas de trabajo. Fraccionarlas en tareas más pequeñas facilita su cumplimiento.
Organiza tu tablero visual de metas
Entramos en el capítulo de objetivos y metas. Los vision boards, por su terminología en inglés, son murales de imágenes para representar tus metas, tus sueños.
Es una manera de definir y visualizar tu mapa de metas y comprobar cómo lo que proyectas, lo llevas a cabo. Su principal ventaja es que te ayuda no solo a visualizar, sino también a ordenar tus ideas.
Automatiza lo que puedas
Redes sociales, newsletters, calendarios, contenidos, etc. son tareas que consumen mucho tiempo y que se pueden automatizar, para tener cubiertos estos aspectos y dedicarnos a otros aspectos de nuestro trabajo.
Implementa tu propio método
Si eres activo en redes sociales, habrás visto cómo ahora hay una tendencia a exportar métodos de organización y planificación aplicables para todos y para todo. Métodos hay muchos, el de Pomodoro, tragarse a la rana, el de los dos minutos…, pero si a ti no te funcionan, ¿de qué te sirven?
Más allá de métodos y consejos estándar, elabora tu propio método, ese que te ayuda a concentrarte, mantener la atención, sacar tus proyectos adelante y disfrutar de tu ocio. Y ese solo se construye después de programar tu propia rutina, tu planificación de negocio y conocerte a ti mismo.