Es imposible imaginar el mundo actual sin las ventajas que nos han traído las aplicaciones de mensajería instantánea: flexibilidad, velocidad, uso de archivos multimedia, etc. Pero estas bondades también tienen un costo y unos riesgos de seguridad. Conozca algunos de ellos.
¿Recuerda cuando las aplicaciones de mensajería solo tenían texto? De hecho, el primer mensaje de texto (SMS) de un dispositivo móvil fue un inocente “Feliz Navidad” en 1992 en el Reino Unido. Actualmente, las aplicaciones de mensajería instantánea son mucho más que eso; son un verdadero ecosistema de intercambio digital y multimedia con sus retos y riesgos de seguridad.
Con más de 3.510 millones de usuarios en todo el mundo proyectados para 2025, según cálculos de Statista, las aplicaciones de mensajería están por todas partes. Y esto sin contar algunas plataformas de comunicación empresarial como Microsoft Teams y Slack, entre otros.
De hecho, según el informe “2023 Business Communication Risk Report” de la empresa de ciberseguridad SafeGuard, casi la mitad (42%) de las organizaciones informaron de nuevos incidentes de seguridad relacionados con dispositivos propios (BYOD) de los empleados que utilizaron aplicaciones de mensajería.
Algunos riesgos concretos
No todos los usuarios son iguales, y si bien algunos riesgos son universales como el spam, las cadenas y las estafas, algunos perfiles son más buscados por los cibercriminales por el valor de los activos digitales (información) que manejan. De esta forma, tres de los riesgos más comunes de las aplicaciones de mensajería para las empresas son:
- Filtrado de información: es un riesgo real que incluso va más allá de lo tecnológico para incluir componentes emocionales, porque fuera de la encriptación de datos, los cibercriminales pueden hacerse pasar por personas cercanas a sus víctimas para robar información.
- Malware: gracias a la capacidad multimedia de las aplicaciones de mensajería modernas, es común recibir toda clase de archivos que van desde memes hasta vídeos. Algunos contienen malware especialmente diseñado para robar información o incluso hacer que los equipos infectados formen parte de una red de bots desde la cual lanzar ataques DDoS, spam, etc.
- Robo de cuentas: uno de los peores escenarios en el uso de aplicaciones de mensajería es el robo de la identidad de su propietario, permitiendo a los criminales hacerse pasar por otros y afectar a una nueva red de contactos: familiares, compañeros de oficina, etc.
Algunas medidas
A pesar de los riesgos, las aplicaciones de mensajería son parte del corazón de la comunicación moderna y su uso es una obligación de nuestros días por ello, al igual que cualquier tecnología es prudente establecer pautas comunes para todas las organizaciones.
Por fortuna, la inmensa mayoría de las aplicaciones de mensajería moderna cuentan con encriptación de la información, destacándose plataformas como Threema, Signal, Wire, Telegram y WhatsApp Messenger, entre otras. Por eso, revise cuáles usa su organización y valide cuales son apropiadas.
Fuera del uso de plataformas seguras, es conveniente también ser cauto y no enviar información sensible por estas redes e implementar el uso de sistemas de autenticación múltiple (Multi-Factor Authentication o MFA) para prevenir la suplantación, esto además de la verificación biométrica, entre otras buenas prácticas.
En otras palabras, como cualquier tecnología las aplicaciones de mensajería son vulnerables y al mismo tiempo necesarias por lo cual el primer paso para usarlas es tenerlas en cuenta a la hora de diseñar una estrategia de ciberseguridad.
Si quieres saber cómo desde Movistar Empresas te podemos ayudar a impulsar la transformación de tu negocio y a hacerlo de manera sostenible ingresa aquí.
Foto de pch.vector en Freepik