Hace unos años, toda la infraestructura tecnológica de una empresa se construía alrededor de los servidores, pero una nueva tendencia pretende transformar la forma cómo administramos la infraestructura y cómo implementamos aplicaciones en ella. Conozca la propuesta del serverless computing.
Comencemos por lo primero, por su nombre. El serverless computing es un modelo de desarrollo, nativo en la nube, que permite a los desarrolladores crear y ejecutar aplicaciones sin tener que gestionar servidores. Por cierto, no es que este sistema elimine los servidores, pero estos son abstraídos del desarrollo de los programas.
O dicho de una forma más sencilla, se deja esos menesteres, de gestión, al proveedor de la nube para que ejecute y administre -de forma dinámica-, los servidores asignándole recursos. Así se pasa de un modelo con un empleado in-house especializado a una gestión automatizada en la nube.
¿Y cuáles son las ventajas de este modelo?… varias, empezando por la reducción en la complejidad, haciendo que la implementación del software sea mucho más sencilla. También es más escalable y, al igual que cualquier servicio de la nube, crece a medida que se necesite y solo se paga por lo que se usa.
Algunos casos e historia
La idea del serverless computing no es nueva. Desde 2009 se empezó a vislumbrar esta tendencia con el Google App Engine.
Se trataba de una plataforma, siempre disponible, que prometía a los desarrolladores crear apps sin tener que preocuparse por tareas como la configuración de servidores, bases de datos, parches de seguridad, balanceo de cargas, etc. El desarrollador solo tenía que escribir el código y ¡listo!
Esta simplicidad fue tan bien recibida que el mercado global de ofertas serverless empezó a crecer, y para 2020 se hablaba de un nicho de 7.600 millones de dólares que se proyecta superará los 21.100 millones para 2026.
Algunos de los jugadores más importantes en este segmento incluyen nombres como AWS Lambda, Microsoft Azure Functions, Google Cloud Functions, Cloudflare Workers, Netlify Functions, Firebase y Vercel Functions, por solo mencionar algunos de ellos.
Desventajas y otros usos
Hablando de proveedores estos nos llevan a considerar una de las desventajas del modelo serverless y es el famoso lock-in. Es decir, una vez se trabaja con una plataforma, escribiendo el código y aplicaciones para ella, es complicado y engorroso salir.
Además, al no tener un control completo sobre el ecosistema digital algunos procesos como el debugging o depuración de las aplicaciones se hacen más complejos al no tener una visibilidad completa de lo que pasa tras bambalinas.
Por cierto, este concepto de serverless no solo se aplica a servidores, también a servicios específicos como almacenamiento y bases de datos. Además, se compara mucho con otros modelos de desarrollo como es el de contenedores y las máquinas virtuales, pero eso será el tema de otro texto.
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