¿Cansado de no entender las métricas de Google? ¿Y si a partir de ahora Google Analytics te dijera exactamente lo que quieres saber? Por ejemplo, la información sobre la parte del proceso en la que los usuarios abandonan tu carrito de la compra, o qué clientes te llegan por tus campañas de email marketing, cuántos por tus campañas de social Ads o desde una landing page o cuántos directamente por tu web. Pues todo eso es posible. Solo hace falta dar las instrucciones precisas a nuestra cuenta de Google Analytics o, lo que es lo mismo, saber configurarlo de acuerdo con tus objetivos.
Crea objetivos y embudos de conversión
Antes de lanzarte a ver métricas, datos e informes, es necesario definir tus objetivos. Pueden ser objetivos de posicionamiento, de notoriedad de marca (branding), de captación de leads, aumento de tráfico, monitorización de campañas de pago, etc. Estos objetivos tienen que ser claros y medibles, lo que, en terminología de marketing, se denominan objetivos SMART -específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un calendario determinado-. Por ejemplo, aumentar un 10% la tasa de apertura de tus campañas de email marketing en seis meses.
Con esto puedes comprobar la eficacia de los mismos, y, sobre todo, si se están consiguiendo las conversiones. Pero, para ello, aunque parezca demasiado evidente, lo primero que tienes que hacer es configurar esos objetivos. Y aquí es donde tropezamos con la primera piedra del camino.
He visto cuentas de Analytics en las que no se ha personalizado ninguna métrica ni informes. Tan solo se integra el código de seguimiento en la web para que comience a proporcionarnos datos de visitas y ya está, pero es un gran error. Los datos por sí mismos no nos dicen nada y menos si no sabemos interpretarlos.
Los mismos objetivos que te hayas propuesto en marketing son los que tienes que trasladar a tu cuenta. Google Analytics te da opción de crear objetivos personalizados o utilizar plantillas. Si se ajustan a tus objetivos, elige las plantillas que te proporciona la interfaz, porque ya están diseñadas para ello. Si, por ejemplo, estamos intentado captar suscriptores para un curso online, deberemos crear un objetivo, que podemos llamar «Alta en curso online» y configurarlo siguiendo unas pautas. La ruta que tienes que seguir es Admistrador – Vista – Objetivo y pulsar en «Crear un nuevo objetivo».
Se trata de trasladar el mismo procedimiento que tienes en tu web a la cuenta de Google Analytics, para que siga los mismos pasos. Define esa ruta y trasládala a Analytics. Siguiendo con el ejemplo, para inscribirse en el curso, tendrían que rellenar un formulario de registro, al que inmediatamente saltaría una página de gracias –confirmación de registro– y otra página de registro completado. Traslada esas páginas a tu embudo de conversión y ya tendrías definido tu primer objetivo.
Lo mismo podrías hacer si tienes una tienda online, tan solo tendrías que secuenciar los pasos que recorre el usuario desde que selecciona un producto en la cesta hasta que realiza el pago. Especial importancia tiene para los comercios electrónicos detallar todos los pasos del embudo de conversión, para ver cómo los usuarios se comportan en cada uno de ellos y ver si se alcanza la venta y, si no es así, comprobar dónde se ha producido el abandono. Normalmente, los pasos son carrito, método de pago, revisar pedido y confirmación. Aunque puede haber más pasos: carrito, solicitud de dirección, método de envío, método de pago y confirmación.
Analiza tus conversiones y mejora, siempre mejora
Ya tienes definido objetivos y embudos de conversión. Ahora el siguiente paso es comprobar la eficacia de tus conversiones. Fíjate en qué páginas, fuentes o canales te ayudan a cumplir con tus objetivos y cómo se comportan los usuarios en tu web. Puedes detectar mejoras para tu tienda online, para tu propia web o para tus objetivos de marketing. Para ello, ve al apartado de Conversiones – Objetivo – Gráfico de embudo y analiza, con los datos que arroja, los pasos en los que has secuenciado el recorrido de tu objetivo.
Supongamos que esta gráfica te dice que tienes 289 usuarios que han entrado en la página donde tienes alojado el formulario de suscripción, de los cuales 260 han rellenado el formulario, pero 29 no han llegado a verificar el correo electrónico en su bandeja de entrada, con lo que el proceso no se ha completado. ¿Se ha conseguido tu objetivo de conversión? No. O no al menos en su totalidad, ya que hay usuarios que se te han perdido por el camino.
Y es aquí donde viene la parte más interesante, la de interpretar los gráficos e informes y sacar conclusiones. Muchos usuarios no acaban con el proceso de inscripción de un formulario, porque no son «tutelados» en todos los pasos y quizá, por desconocimiento, no lo acaban. Tal vez deberías poner un paso intermedio en tu web, en el que incluyas la siguiente explicación: «Debes ir a la bandeja de entrada para confirmar el correo y darte de alta en el curso».
En definitiva, Google Analytics es una herramienta fundamental para comprobar hasta qué punto tus estrategias de negocio están funcionando y, si no es así, analizar dónde se detiene el proceso -ya sean abandonos de carritos o falta de algún paso en la conversión que te hayas marcado-. No te limites tan solo al informe sobre usuarios, sesiones, porcentaje de rebote o duración de la sesión. Tienes todo un abanico de posibilidades y mucho recorrido. ¡Comienza a exprimir al máximo todas las opciones!