Comunica tu proyecto
Todo listo. Has impreso y revisado tu plan de negocio. Los números cuadran, a última hora se ha unido una importante persona al equipo y ves que la demanda crece. Está claro que es tu momento. Pero ahora toca lo más complicado: explicar en qué consiste tu idea de negocio y persuadir a quien corresponda para que invierta, para que apueste por ti o para que te abra una puerta. Para eso, hay que entrenar la presentaciones en público, organizar tus ideas en píldoras que se entiendan perfectamente y reforzar los mensajes clave. Como periodista, supongo que me obsesionan los titulares.
¿Puedes explicar en menos de 13 palabras por qué tengo que invertir en tu empresa? ¿Y en 140 caracteres?
Está bien pensar en la escena del elevator-pitch, pero es más probable que participes en un evento donde te toque explicar tu idea de negocio. Te recomiendo que prepares tu presentación oral, porque puede marcar la diferencia. Aquí te dejo unas pistas. Ordénalas como consideres, pero no te dejes ninguna. Es más: suma algunas ideas de propia cosecha. También puedes leer el blog de @chemapalomares.
- Asiste y participa en los eventos para emprendedores. Hay decenas y de todo tipo. Desde la comunidad de Iniciador hasta los encuentros periódicos de Start Up Spain. Observa cómo se presentan los proyectos, valora qué estilo te gusta y ensaya. Si participas activamente, podrás además aprender a utilizar la jerga, comprobar que a menudo todos tenemos las mismas dudas, descubrirás preguntas recurrentes por parte de los inversores y otras cuestiones parecidas. Tú mismo descubrirás excelentes ideas que no hay quien las entienda. También descubrirás lo pesado que se hace escuchar a alguien que no sabe lo que quiere.
- Preséntate. Piensa cómo quieres presentarte: tu nombre, tu cargo y tu posición. Adecúa tu vestimenta al entorno al que vayas. En #startupSpain vimos ponentes y emprendedores en camiseta, con chaqueta, con corbata o en zapatillas. No hay una etiqueta correcta, pero sí unas convenciones sociales. Elige libremente el aspecto que quieres tener, pero que dote de coherencia a tu mensaje y el entorno. Y sí: nadie imagina a Bere Casillas de otra forma que no sea elegante. La moda para hombres es su mensaje. Sé tú mismo. No des por sentado que la corbata es esencial. La pajarita, el sombrero o el Mac pueden sumar o restar… mira a tu alrededor. Haz lo mismo con tu proyecto: redáctalo en uno o dos titulares, con una breve descripción (actividad económica, sector o propuesta de valor). Como tú lo presentes será como ellos lo vean.
- Considera tu lenguaje no verbal. La postura del cuerpo es fundamental para transmitir seguridad, pero sobre todo para proyectar la voz. Sentado se pierde profundidad. Busca el contacto visual con una o dos personas del público. Te ayudará a fijar la mirada. Controla el tono y el volumen, porque no siempre habrá micrófonos (siempre fallan, de hecho). Sonríe: es tu gran día.
- Averigua dónde reside el valor añadido de tu negocio. Tiene que ser una idea clara y sencilla, que explique por qué y cómo hay que apostar por tu propuesta. Por supuesto, tiene que estar avalada por los números, pero tu presentación oral tiene que ayudar a que el público entienda de una sola tacada tu negocio. Puede que solo tengas esa vez. Evita las metáforas: nadie las entiende como tú crees que las van a entender. Ve directo al corazón del negocio, explica por qué puede ser atractivo para tus clientes y muestra tus ventajas competitivas.
- Organiza tu discurso. Si ya conoces tu propuesta de valor, organiza tu presentación en tres partes: delimitación del «problema» (la oferta no cubre la demanda, innovación o mejores prestaciones), plan de acción (qué ofrece tu empresa para resolver la demanda o para crearla) y resultados (expectativas de negocio). Sé positivo, reconoce las fortalezas y muéstralas.
- Identifica tus competencias. Escribe en un papel qué aspectos de tu equipo humano hay que resaltar. Evita las palabras que repite todo el mundo. Ser licenciado o cursar un MBA no es algo que te diferencia. Piensa en otras experiencias que hayas tenido. Extrae lecciones de tus fracasos anteriores. Pon en valor aquello que te hace ser diferente.
- Sé positivo. Ya sabemos todos la que está cayendo y lo mal que está la financiación. Pero si has llegado hasta este punto es porque tienes una idea y tiene posibilidades. Crea mensajes directos: la negación y la doble negación dificultan la comprensión oral.
- Ensaya una y otra vez. Un buen amigo prepara sus clases delante de su perro. Otro habla solo por los pasillos. Algunos abusamos de los amigos para presentarles nuestra última idea. No es cuestión de gustos, sino de ver dónde te atoras, qué dudas te plantean tus amigos y preparar los golpes de efecto. Prueba a grabarte en vídeo. Verás cómo todos tenemos coletillas (creo que la mía es «por consiguiente»).
¡Y suerte!
Foto @Håkan Dahlström, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0