Comercio electrónico, fundamental en tiempos de coronavirus

Por cuenta del Covid-19 el comercio electrónico asumió de la noche a la mañana un papel protagónico mientras que las actividades económicas y financieras tradicionales -que requieren de la presencia de personas- han disminuido.

La llegada del COVID-19 sin duda alguna ha marcado un antes y un después en toda la población a nivel mundial. Los cambios generados por la pandemia han establecido, por ejemplo, un nuevo hito en los hábitos de salud, trabajo, profesionales, consumo y económicos.

Su impacto en la economía ha sido tal, que el comercio electrónico asumió de la noche a la mañana un papel protagónico mientras que por cuenta del aislamiento y las restricciones en la movilidad, las actividades económicas y financieras tradicionales -que requieren de la presencia de personas- han disminuido.

La compra y venta de productos por medio de las redes sociales y de las páginas web tienen hoy una oportunidad de oro para ganarse en el corazón de los consumidores.

¿Qué es lo positivo del comercio electrónico en esta situación?

Debido a las recomendaciones que están emitiendo los gobiernos, como evitar las aglomeraciones y el contacto social, las ventas online se convierten en una herramienta útil para apoyar dichas medidas de salud pública. De esta manera las plataformas de economía digital contribuyen a mantener abastecidos cientos de hogares, ayudando a minimizar los riesgos de contagio.

Los sectores que más demanda han tenido y cuya venta se ha incrementado de manera exponencial han sido el sector farmacéutico, consultas online, servicios de domicilio o aplicaciones para pedir productos de primera necesidad como carnes, frutas, verduras o productos de higiene personal.

Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, según un informe de Quantum Metric, las ventas online se han incrementado 52% y el número de compradores en 8,8% desde finales de febrero del presente año frente al 2019. De esta manera el comercio electrónico se ha convertido en un alternativa ágil y eficiente frente a las implicaciones que trae el COVID-19.

Además, buena parte de este avance ha sido motivado por la confianza que genera el proceso gracias a los convenios entre los comercios y las plataformas de domicilio o mensajería para implementar medidas sanitarias con el fin de que la entrega de los productos se haga sin contacto alguno entre los domiciliarios y las personas que reciben el pedido, lo que reduce el riesgo de un posible contagio.

Por otro lado, los ciudadanos han contado con la certeza de que pueden acceder a los productos de primera necesidad de forma rápida y segura, evitando también compras en exceso con el fin de que todas las personas puedan abastecerse y no haya escases de los mismos.

¿Y los pagos digitales?

También es importante tomar medidas respecto al método de pago, ya que el uso de billetes y monedas se considera un medio por el cual una persona se puede contagiar. El pago a través de las billeteras virtuales, pagos QR, pagos a través de links en redes sociales o los canales electrónicos de las entidades financieras, reduce la circulación del efectivo de manera considerable.

Por su parte, las empresas de servicios farmacéuticos también han contribuido en la situación actual, ya que brindan la posibilidad de comprar medicamentos vía online y permitir el servicio de consultas médicas a distancia, evitando congestiones en los centros de salud.

De este modo las compañías con canales de comercio electrónico enfrentan un reto sin precedentes para proporcionar a los consumidores la confianza suficiente para realizar transacciones por medio de los canales digitales.

Foto creada por ijeab www.freepik.es

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