¡Que levante la mano quien crea merecer una mejora salarial! Negociar el aumento de sueldo es un clásico en la relación laboral, cuyas reglas hay que conocer para conseguirlo.
Informarse previamente, hablar con la persona indicada, justificar la petición con datos y nunca compararse con otro compañero, son algunos de los consejos que hay que tener en cuenta. Si estás considerando sentarte a hablar con tu empresa, estás en el lugar adecuado.
Recomendaciones para pedir un aumento salarial
No es fácil abordar la negociación que conlleva una subida de sueldo en la empresa con la tranquilidad y reflexión aconsejables.
El empleado tiende a justificar su reclamación con argumentos cargados de emociones, como el compromiso demostrado a la empresa, los largos años de servicio o las promesas incumplidas de mejora salarial habladas en negociaciones anteriores. Pero esta estrategia no es la recomendada por los expertos. Exponemos a continuación cinco puntos importantes:
1. Lo primero es informarse
- Tu petición debe ser acorde con tu posición. Aunque en muchas empresas las condiciones laborales están muy desreguladas como consecuencia de una negociación personalizada, sigue siendo importante que tus ambiciones salariales estén alineadas con las del rango que ocupas. Si no puedes acceder a fuentes directas de la empresa, busca información en Internet y utiliza algunas de las calculadoras salariales que en la red se ofrecen, hay muchas.
- Valora el efecto de la oferta y la demanda. La realidad del mercado laboral no es fácil (otros podrían decir justa), y las empresas conceden un valor estratégico a determinadas posiciones y profesionales con los que son más proclives a cerrar acuerdos. En muchos casos, no es lo mismo negociar un aumento de sueldo siendo un comercial superventas que un informático, el responsable de Administración que un operario de logística, o un abogado que un ingeniero.
- Considera el momento en que se encuentra la empresa. Pedir un aumento cuando la empresa está pasando por apuros o en los ciclos de recesión, acostumbra a ser inútil, más aún en el contexto de una pyme. Si aún así decides intentarlo, se puede valorar negociar la mejora en las condiciones laborales (horarios, formación, transporte, coche de empresa, seguro médico, etc.) más que una subida salarial.
2. Prepara tu argumentario
- Define tu petición. Es importante que estés preparado para concretar tu demanda cuando llegue el momento. Mejorar el discurso verbalizando cómo la vas a pedir y las razones que la justifican.
- Defiende tu postura con hechos. Una de las estrategias más importantes es seleccionar algunos de los logros a los que has contribuido recientemente en la empresa. Si además es posible cuantificarlo en dinero, mejoras o datos concretos, mucho mejor. Incluso se puede aportar documentación que lo apoye.
3. ¿Vas a jugar la carta de la renuncia?
- Decide cómo vas a actuar frente a una negativa. Antes de sentarte a negociar, debes haber valorado todas las opciones, y el “no” a un aumento de sueldo es una de las posibles. Es fundamental haber decidido previamente cómo vas a reaccionar frente a esta situación. Las posibilidades no son muchas:
- Propón tratar de nuevo el tema en otro momento. Pocas empresas rechazarán hacerlo y, si fuera el caso, ya sabes a qué atenerte.
- Anuncia que la negativa te obliga a valorar otras oportunidades. La situación no va a ser cómoda, pero servirá para evidenciar tu posición. Por otro lado, hay que asumir que la mejor forma de conseguir una subida de sueldo acostumbra a ser encontrar un nuevo empleo.
- Amenaza con la renuncia al puesto. Si lo haces, deberás ser consecuente con tu decisión, ya que permanecer en la organización tras haber anunciado tu marcha, es el peor escenario posible.
4. Elige el momento adecuado
- Solicita una reunión formal. Jugarse la carta de subida salarial en una conversación de ascensor es un error, al igual que aprovechar el final de una reunión para -en un aparte- comentar el tema. La subida salarial es un tema lo suficientemente importante como para merecer una reunión específica en un despacho adecuado. Y con un mínimo de tiempo acordado, para impedir que se dé el encuentro por finalizado sin tratar el tema en profundidad: “Lo hablamos en otro momento, que ahora me pillas con una visita esperando”.
- Reúnete con la persona que puede aprobar la mejora salarial. Es otro punto vital. Como empleado de la empresa, tienes derecho a solicitar una reunión con la persona que tenga la decisión final. En muchas pequeñas y medianas empresas, eso significa sentarse a hablar con el propio empresario, CEO o gerente, más que con Recursos Humanos o Administración.
5. Concreta todo lo posible
- Evita que la ambigüedad domine la conversación. Escuchada la postura de la empresa, se debe negociar para alcanzar el mejor acuerdo posible, pero llegado el momento, una u otra parte debe poner sobre la mesa cifras concretas o una negativa para avanzar.
- Cierra la conversación con un compromiso. Es necesario que la empresa verbalice su decisión o, al menos, manifieste qué va hacer al respecto y en qué plazo se va a actuar.
Cinco errores comunes al negociar el sueldo
Ya lo hemos señalado, negociar un aumento de sueldo no es sencillo. Por ello, al margen de seguir los consejos apuntados, conviene tener presentes los errores más comunes que otros cometieron:
- Ofrecer una imagen negativa de la relación con la empresa. Si se aspira a mejorar las condiciones, conviene valorar los aspectos positivos de la situación ―seguro que los hay― y manifestar un interés personal por continuar.
- Poner el foco en las necesidades propias, y no en las de la empresa. Son solo estas últimas las que realmente pueden justificar una mejora. Del mismo modo, expresar la petición en términos de exigencia irrenunciable solo sirve para enconar posturas.
- Hablar y no escuchar. Los silencios son siempre importantes en una negociación, por eso, después de haber expuesto las justificaciones para la mejora salarial, lo mejor es callar y esperar a que el interlocutor se manifieste.
- Compararse con compañeros. Es muy habitual, pero debe evitarse. Referirse a un compañero que con menos experiencia o tiempo en la empresa gana más, o acusar a otro miembro del equipo de no hacer nada, nunca contribuye a una resolución favorable.
- Fijar una cantidad de subida de partida. Puede ocurrir que sea más baja de lo que la empresa está dispuesta a asumir. No se pierde nada por escuchar la propuesta, y sobre ella negociar marcando una cifra objetiva o un rango. Cuando se habla de una horquilla (de X a X cantidad), se debe ser consciente de que en la mayoría de los casos, la empresa optará por la más baja.