El crowdinvesting es una modalidad de financiación participativa (crowdfunding), en la que una multitud de inversores entregan dinero a través de una plataforma de Internet a una empresa, a cambio de participar en su capital, estando ligada la rentabilidad de la inversión al éxito futuro de la compañía, que se puede materializar en el cobro de dividendos y fundamentalmente en la plusvalía que se pueda generar en el momento de la venta. También se conoce como equity-based crowdfunding o crowdfunding de inversión. Entre las características más reseñables del crowdinvesting se encuentran las cinco siguientes:
1. Regulación legal
Es una modalidad de financiación regulada en España a través de la Ley 5/2015, de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial, en la que se distinguen las tres figuras siguientes: promotor (empresa que solicita financiación emitiendo acciones, en el caso de sociedades anónimas; o participaciones, en el caso de sociedades de responsabilidad limitada), plataforma de financiación participativa (que intermedia la operación) e inversores (que invierten en la empresa adquiriendo las acciones o participaciones correspondientes).
2. Destino de la inversión
El crowdinvesting está previsto fundamentalmente para empresas de reciente creación o startups, que no son capaces de gestionar su acceso a la financiación de las entidades de crédito o al capital riesgo, o que tratan de crecer más de lo que lo harían si se financiaran por esas vías tradicionales.
3. Proceso de inversión
La plataforma de financiación participativa analiza la viabilidad y la valoración de las propuestas que los promotores les hacen llegar, sometiéndolas a un proceso de análisis completo que tiene en cuenta aspectos financieros, comerciales, estratégicos o tecnológicos. Si finalmente son aceptados, los proyectos salen a la plataforma en busca de la financiación, siendo la propia plataforma la que prepara los acuerdos de inversión a través de los cuales los inversores se convierten en accionistas de la compañía.
El porcentaje adquirido dependerá de la cantidad invertida y del porcentaje de capital emitido a cambio por la empresa. Una vez cerrada la ronda de financiación en la plataforma (la ley permite cerrarla cuando se alcanza el 90% del objetivo de financiación) e inscrita la ampliación de capital en el Registro Mercantil correspondiente al domicilio social del promotor, se emite a cada inversor el certificado de titularidad de las acciones o participaciones adquiridas. En este sentido, si no se alcanza el objetivo marcado, se devuelve el dinero a los inversores, siendo, por tanto, un modelo “de todo o nada”.
4. Tipo de inversión
Hay que tener claro que se trata de una inversión a largo plazo y con esa mentalidad debe uno acercarse a ella, luego no parece que sea adecuada para inversores poco expertos o que necesiten liquidez a corto plazo. La inversión en startups conlleva riesgos, muchas de ellas llegan a fracasar, nos guste o no, y tampoco es habitual que puedan pagar dividendos los primeros años de vida.
Las plusvalías pueden venir por la venta en un futuro de las participaciones adquiridas, si existe una oferta de compra total o parcial del capital de la empresa, o por la venta directa entre diferentes inversores mediante escritura notarial, aunque en este caso es muy importante que se estudien a la hora de invertir las restricciones a la libre transmisibilidad que pueden existir en estatutos sociales o en pactos de socios. Con carácter general, se establecen dichas limitaciones como, por ejemplo, el derecho de adquisición preferente del resto de socios. También es importante tener en cuenta que el porcentaje de propiedad de los inversores en la sociedad puede ir diluyéndose en el tiempo si se llevan a cabo sucesivas ampliaciones de capital.
5. Estrategias de inversión
Para el inversor es muy importante analizar con detalle el plan de negocio del promotor, es decir, el documento que describa los objetivos de la empresa y la manera en que piensa conseguirlos.
Parece aconsejable invertir en proyectos de sectores que se conozcan con riesgos acordes al perfil del inversor. La mayoría de las plataformas permiten invertir cantidades de dinero pequeñas, por lo que una manera de reducir riesgos es invertir en varios proyectos antes que destinarlo todo a uno solo. No obstante, hay que tener presente que el dinero que se invierta a través de las plataformas de financiación participativa no está protegido por ningún fondo de garantía y puede perderse en su totalidad.