Arabel Lebrusan: diseño, tradición y sostenibilidad

La marca Arabel Lebrusán, hasta hace pocos meses sólo disponible en Reino Unido, combina el diseño contemporáneo y el tradicional y está compuesta por piezas hechas a mano con oro y plata 100% reciclados, debido al carácter sostenible de la firma.

El caso de Arabel Lebrusan es el de otros tantos de emprendedores españoles que han tenido que triunfar fuera para finalmente ser reconocidos y tener la oportunidad de desembarcar en nuestro país, todo mediante la venta en exclusiva a través de la web.

Como en otras muchas ocasiones, la empresa y la marca responden a los valores y la historia personal de la emprendedora que está detrás de la misma: Arabel Lebrusan. Afincada en Londres, inició su formación como diseñadora en España y Holanda y, tras años viajando por el mundo y entrando en contacto con las diferentes técnicas de elaboración artesanal de las piezas de joyería, culminó sus estudios en la prestigiosa Facultad de Arte y Diseño Central Saint Martins, en Londres. Los años que pasó entre Asia y Europa le permitieron explorar las tendencias más innovadoras en joyería, así como trabajar con materiales y técnicas experimentales. Al mismo tiempo, aprendió los aspectos comerciales de la joyería de moda. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas, porque las visitas a las factorías donde se fabrican las joyas en países en vías de desarrollo hicieron que descubriera el lado oscuro de esta industria.

Así, cuando se decidió a crear su propia firma, dio gran importancia a los estándares éticos de la misma, utilizando materiales más respetuosos con el medio ambiente y condiciones de fabricación dignas. De hecho, las principales piezas de la firma se elaboran a mano en talleres artesanales de Córdoba, siguiendo una tradición de siglos de un exquisita artesanía de calidad de difícil imitación. El carácter sostenible y responsable viene del hecho de que todas las piezas están hechas con metales 100% reciclados. Sus piedras semipreciosas son también de origen sostenible y los diamantes, canadienses.

Otro de los elementos diferenciadores está en el carácter español de los diseños, a través del uso de la técnica de filigrana, inspirada en el trabajo de encaje y en la ligereza de la mantilla española. Elementos que caracterizan sus piezas más conocidas, como los brazaletes y anillos que han conquistado a mujeres de todo el mundo, entre ellas a S.A.R. Doña Letizia o las hermanas Sienna y Savannah Miller. Pero, sin lugar a dudas, el mejor reconocimiento del trabajo de la firma son los distintos premios que ha conquistado a lo largo de los últimos años en el competitivo mundo de la joyería.

La adaptación al nuevo consumidor que demanda piezas personales y únicas le llevó a ofrecer un servicio de diseño personal, en función de las necesidades y presupuesto de cada uno de sus clientes. La exclusividad de esas piezas, junto con la propia filosofía única de la firma, es su principal aval para lograr el reconocimiento y la fidelidad de sus clientes. Asimismo, la nueva realidad en la que se mueven las marcas hoy en día hizo que apostaran por el entorno digital y posicionaran su tienda online como el principal canal de distribución, tanto en el Reino Unido como en España.

El futuro de esta compañía pasa por los propios objetivos de su creadora: afianzarse en el sector de la joyería a nivel internacional y alcanzar un mayor tamaño y rentabilidad, todo ello sin renunciar a sus valores y señas de identidad, que la convierten en una empresa única.

 

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