Cada día percibimos más indicadores que vienen a corroborar lo que ya todos sabemos: el futuro es móvil.
Según uno de los últimos estudios de Gartner, en 2017 descargaremos más de 260.000 millones de aplicaciones móviles. Si tenemos en cuenta que la población mundial rondará los 7.000 millones de personas, esto supondría una media de casi 40 descargas por individuo (teniendo en cuenta que existen muchas personas en este planeta que no tienen acceso a esta tecnología, el número de descargas por persona en los países desarrollados se incrementa notablemente).
Con estas cifras tan impresionantes, queda más que patente que las apps ofrecen un universo de posibilidades para las empresas, de modo que puedan conectar con sus clientes de un modo mucho más directo y eficaz.
Pero no hace falta esperar al año 2017. El momento de comenzar es ahora. Informes recientes afirman que las aplicaciones ya dominan el panorama del marketing móvil. De media, pasamos más de 2 horas diarias delante de nuestras pantallas de smartphone y tablet y un 80% de ese tiempo lo dedicamos a las apps.
Las marcas tienen la oportunidad (y en muchos casos no tendrán otra opción para poder sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo) de mejorar la relación entre ellas y sus clientes. Los usuarios móviles utilizan las aplicaciones móviles para infinidad de cuestiones diariamente, desde buscar información sobre el restaurante más cercano hasta comparar los precios del televisor que están a punto de comprar. La clave es que las compañías no consideren esto como una amenaza, sino como una oportunidad de conectar con su audiencia.
Si analizamos las aplicaciones móviles de más éxito, todas tienen algo en común: utilizan la geolocalización y las redes sociales como instrumentos de viralización y propuesta de valor. La geolocalización es algo intrínseco a los dispositivos móviles, ya que permite ofrecer al usuario experiencias acordes con el momento y lugar donde se realiza la consulta. El poder de las redes sociales para viralizar contenidos y permitir nuevas conexiones entre usuarios y marcas es de todos conocido… ¿Les suena el término SoLoMo? Seguro que sí…
Cuando pensamos en dispositivos móviles de alta tecnología, es posible que lo primero que nos venga a la cabeza es su utilidad en el ámbito profesional. No obstante, no podemos olvidar que uno de los principales motivos de compra de estos aparatos es el ocio, por lo que las apps que desarrollen las empresas deben estar enfocadas a ofrecer también experiencias de este tipo. El futuro de las aplicaciones móviles está en conocer las preferencias de los usuarios y utilizar esa información para proporcionarles una experiencia única, adaptada a sus gustos y necesidades. Un ejemplo que podríamos tomar como referencia es Google Now.
Dentro de unos pocos años, a las empresas no les servirá solamente con tener una web atractiva adaptada a dispositivos móviles, sino que tener una app propia se convertirá en algo fundamental para lograr captar la atención de sus clientes, usuarios móviles cada vez más avanzados que quieren que la empresa a la que compran les ofrezca experiencias multicanal.
Cuando hablamos de apps, normalmente pensamos en aquellas que tenemos instaladas en nuestro teléfono móvil, pero… ¿es posible utilizarlas en otros dispositivos? ¿Qué sucede con Google Glass? ¿Y con los SmartWatch? No cabe duda de que el desarrollo de apps pronto tendrá que contemplar su uso en otros aparatos que no sean teléfonos inteligentes o «tabletas».
Para acabar, me gustaría dejaros un interesante vídeo donde podemos ver la ponencia del investigador Fabien Hemmert, que ya hace algunos años nos mostraba hacia dónde podría dirigirse el futuro de las aplicaciones móviles.
Foto: intelfreepress, distribuida con licencia CC BY-SA 2.0