En numerosos artículos he hablado de las bondades de las aplicaciones para las empresas. Ahora bien, nunca me he detenido a explicar cómo podemos desarrollarlas y qué opciones existen en la actualidad. Al contrario de lo que sucede con las páginas web, a la hora de desarrollar una app para móviles hay que tener en cuenta que esta depende del sistema operativo de cada smartphone.
Cuando una empresa se acerca a una agencia desarrolladora de aplicaciones móviles, una de las primeras preguntas que surgen es: ¿app nativa o web? Pero, ¿sabemos realmente las diferencias entre una opción y la otra?
Cuando hablamos de app nativa, nos referimos a la aplicación que se desarrolla en el lenguaje de programación adaptado a cada dispositivo, aquella que está íntegramente programada en el entorno de desarrollo específico para cada sistema operativo (básicamente iOS o Android).
Si nos referimos a app web, estamos hablando de aplicaciones desarrolladas en HTML5 (normalmente), optimizadas para que se vean de un modo adecuado a través de las pantallas de los dispositivos móviles, pero sin estar específicamente programadas para ellos. Para la mayoría de los usuarios, no son distinguibles de las apps nativas ya que, cuando accedemos a ellas, la estética es muy similar a las diseñadas exclusivamente para cada plataforma de desarrollo.
¿Hay alguna modalidad claramente mejor que otra? Pues me temo que no. Cada propuesta tiene sus ventajas y sus inconvenientes. ¿Y si ahora les cuento que también existen las apps híbridas, aplicaciones desarrolladas en parte con el entorno de desarrollo nativo y en parte en lenguaje HTML 5? Ahora ya sí que hemos acabado de complicar la situación…
Quizás esta imagen nos pueda aclarar un poco las cosas:
Una de las principales ventajas de las aplicaciones web para móviles es que pueden funcionar en todas las plataformas con un único desarrollo, aunque podemos encontrarnos con que HTML5 no sea totalmente compatible con todas las funcionalidades internas de los móviles (como la agenda de contactos, el GPS, acelerómetro, etc.), y eso hace que su integración a veces resulte compleja o, en el peor de los casos, imposible.
Otra de las ventajas de las aplicaciones en HTML5 es que suelen implicar normalmente menos tiempo de desarrollo, algo que, dependiendo del proyecto, puede llegar a ser vital para que la app se traduzca en una ventaja competitiva frente a la competencia.
A modo de resumen, comentar que la elección de una modalidad u otra dependerá mucho del tipo de proyecto. Cualquier empresa que quiera lanzar una app al mercado debe valorar concienzudamente cómo la va a desarrollar. Ya hemos visto que las aplicaciones nativas están desarrolladas en el mismo lenguaje que el del dispositivo, por lo que suelen funcionar mejor en cuanto a usabilidad y velocidad, además de hacer mejor uso de las funcionalidades internas del dispositivo móvil. Como desventaja tenemos que este tipo de aplicaciones suelen ser más costosas en su desarrollo e implican más tiempo en su programación.
Por si sirve de orientación, la consultora Gartner confirma que, a pesar de que las apps híbridas forman la mayor parte de las aplicaciones móviles empresariales, las tecnologías de desarrollo que utilicen HTML5 serán las más empleadas para la creación de aplicaciones móviles en el año 2015. Y solo queda año y medio para esa fecha… ¿Será el momento de adelantarse al futuro?
Imagen principal @justinsomnia distribuída con licencia Creative Commons BY 2.0.
Gráficas vía Forbes | Svitla