El SliceBoxing es una variante mejorada de una conocida técnica de “gestión del tiempo” llamada TimeBoxing.
El TimeBoxing consiste en establecer periodos de tiempo, a modo de “paquetes” o “cajas”, y dedicarlos a una actividad concreta. Es una práctica muy común en diversas metodologías de planificación de proyectos y, en concreto, en desarrollo de software.
El TimeBoxing es flexible en cuanto al “tamaño” de las “cajas de tiempo”, es decir, en cuanto a la duración que deben tener estos periodos. Sin embargo, en algunas variantes del TimeBoxing, como en la popular “Técnica Pomodoro”, sí que se usan “cajas de tiempo” con una duración concreta.
El problema del TimeBoxing, y de muchas de sus variantes, es que no establece qué resultados concretos deben ser alcanzados al consumirse esa “caja” de tiempo. En otras palabras, utilizar la técnica del TimeBoxing no implica necesariamente mejorar tu productividad. Veamos un ejemplo. Si dedicas una hora a escribir una propuesta pero al final de la hora la propuesta está incompleta, no has logrado ningún resultado tangible. Sí, es cierto que has adelantado algo de trabajo pero para esto no te hacía falta ninguna técnica.
¿Por qué entonces goza de tanta popularidad el TimeBoxing? Porque es una técnica muy fácil de entender y aplicar y que puede ayudar a combatir tres de los grandes enemigos de la productividad.
El primero de estos enemigos es el perfeccionismo que, con frecuencia, hace que dediquemos a las tareas más tiempo del necesario, buena parte del cual no contribuye de forma significativa al resultado final. El TimeBoxing te puede ayudar a centrarte en lo realmente importante, ya que, al limitarlo, te obliga a hacer lo mejor y el máximo posible con el tiempo disponible.
El segundo enemigo es la Ley de Parkinson, que dice que “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine”. Siguiendo esta lógica, si reducimos el tiempo disponible gracias al TimeBoxing, reduciremos también el trabajo.
El tercer gran enemigo de la productividad es la “procrastinación”. Cuando algo es muy aburrido o te da mucha pereza hacerlo, por la razón que sea, el TimeBoxing reduce esa resistencia, ya que en lugar de comprometerte a hacer la tarea, te comprometes únicamente a dedicarle un tiempo limitado (generalmente breve).
¿Qué aporta entonces el SliceBoxing frente al TimeBoxing? Que en lugar de trabajar con “cajas de tiempo” trabaja con “lonchas de resultado”, lo que asegura la consecución de resultados concretos.
Está comprobado que la manera más efectiva de abordar las tareas complejas, es decir, aquellas que requieren varios pasos para completarse, es trocearlas en acciones simples, en “lonchas” que puedan hacerse sin riesgo de que aparezca una interrupción y se queden a medias.
Un ejemplo concreto podría ser leer un libro de 500 páginas. Aplicando el TimeBoxing, lo que haríamos serían “cajas de tiempo” del estilo “leer 30 minutos” o “leer una hora”. Por el contrario, aplicando el SliceBoxing, lo que haríamos serían “lonchas de resultado” del estilo “leer 10 páginas” o “leer un capítulo”.
Una opción posible es combinar ambas técnicas, reforzando así su utilidad. Retomando el ejemplo anterior, podría ser “leer un capítulo en 30 minutos”.
El SliceBoxing tiene además un montón de ventajas. Para empezar, aplicarlo es gratuito, no es preciso leer un manual ni hacer un curso; tampoco ocupa espacio en tu mesa de trabajo ni te obliga a instalar una app en tu smartphone.
Para sacarle el máximo partido, solo necesitas pararte a pensar qué resultado quieres conseguir y cuál es la mejor forma de trocearlo para lograrlo cómodamente.
Foto @pj_vanf, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0